Río de Janeiro, 10 sep (EFE).- La feria internacional de arte ArtRio, que abrió hoy sus puertas en Río de Janeiro, ofrece al público de esta ciudad brasileña la posibilidad de asomarse a las obras de unos 2.000 artistas pertenecientes a colecciones de galerías de doce países, según sus organizadores.
En su quinta edición, que se extiende hasta el domingo, ArtRio expone en la zona portuaria de la ciudad obras de más de 2.000 artistas traídas al evento por galerías de Portugal, Argentina, España, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Luxemburgo, Reino Unido, Suiza, Uruguay y Brasil.
Como una de las mayores ferias de arte de América Latina, ArtRio tiene como principal objetivo comercializar el trabajo de artistas consagrados y desconocidos entre instituciones, coleccionistas privados o cualquier persona dispuesta a invertir en obras artísticas.
Los coleccionistas pueden adquirir por estos días en la ciudad brasileña pinturas de Pablo Picasso o Salvador Dalí, esculturas de Richard Serra, quien fue Premio Príncipe de Asturias en 2010; fotografías de Richard Avedon, Robert Doisneau y Sebastião Salgado, u obras del artista visual Vik Muniz, entre otros.
Fundada por Brenda Valansi, Elisangela Valadares, Luiz Calainho e Alexandre Accioly, esta feria también busca promover el interés por el arte, así como estimular la creación de nuevas colecciones.
«Nuestro objetivo es fomentar el mercado, dando visibilidad al arte brasileño y también trayendo al país a los grandes artistas del panorama mundial», señaló Brenda Valansi, citada en un comunicado oficial de la Feria.
Con esta finalidad, ArtRio se desarrolla en torno a tres programas claramente diferenciados.
En el primero participan galerías nacionales e internacionales ya consagradas; el segundo es protagonizado por espacios dedicados al arte que apenas está comenzando su andadura y el último, organizado por los comisarios Carolyn H. Drake y Bernardo José de Souza, reúne obras individuales de diversos artistas brasileños y extranjeros.
Además, ArtRio ofrece por estos días unos 50 eventos paralelos como presentaciones de libros o charlas de expertos abiertas al público, con la intención de convertir al arte en el principal tema de conversación en Río de Janeiro.