Sao Paulo, 8 jul (EFE).- La inflación el pasado junio fue del 0,79 % en Brasil, lo que elevó al 8,89 % la tasa interanual, que alcanzó así su mayor nivel desde 2003, informaron hoy fuentes oficiales.
Según los datos divulgados por el oficial Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la inflación registrada en junio fue cinco décimas superior a la del mes de mayo (0,74 %).
De enero a junio la inflación acumuló un 6,17 %, una tasa notablemente superior a la del primer semestre de 2014 (3,75 %) y la más elevada para el primer semestre desde 2003, cuando los precios registraron un aumento del 6,64 %.
La variación interanual, que llegó al 8,89 %, fue también la más elevada registrada en el país desde 2003, cuando en el mismo período había sido del 9,30 %.
De acuerdo al IBGE, uno de los factores que más presionó la tasa de inflación en junio fue el incremento del precio de los llamados gastos personales (+1,63 %) y de la vivienda (+0,86 %).
La inflación es uno de los grandes problemas que enfrenta el Gobierno brasileño, que en los últimos meses ha intentado controlar el alza de los precios con la subida de las tasas de interés, las cuales están en su mayor nivel en casi nueve años.
El Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff mantiene una meta de inflación del 4,5 %, con una tolerancia máxima de dos puntos porcentuales, que sitúa el techo en un 6,5 %, aunque el Banco Central ha admitido que el año cerrará con una tasa del 9 %.
Además del aumento de los precios, el Ejecutivo enfrenta a una economía estancada, que tan sólo creció un 0,1 % en 2014, y que según las proyecciones oficiales se contraerá un 1,2 % este año, lo que sería el peor resultado desde 1990.
Para intentar revertir la delicada situación económica que atraviesa el país, el Gobierno ha anunciado un fuerte recorte del gasto público y adoptado medidas para aumentar la recaudación a través de los impuestos.
Rousseff confía en que las medidas de ajuste fiscal surtirán efecto y la economía del país comenzará a recuperarse a partir de 2016.