Por Verónica GOYZUETA

El primer sondeo publicado después de la trágica muerte del joven candidato presidencial, Eduardo Campos, en una accidente aéreo que conmocionó a Brasil, es un retrato del momento. La encuesta se realizó bajo fuerte conmoción así como los primeros análisis de situación que surgen marcados por la consternación. Pero, en los últimos datos difundidos ya puede leerse uno categórico: Habrá segunda vuelta en las elecciones brasileñas.

La entrada de la ambientalista, Marina Silva, al tablero electoral cambia los planes de la presidente Dilma Rousseff, favorita para la reelección y, principalmente, de su opositor, el socialdemócrata Aécio Neves que, de un cómodo segundo puesto hasta la semana pasada, ha pasado a tener su candidatura en jaque y corre el riesgo de no llegar al «ballotage», lo que supondría un desastre enorme para el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB)que es actualmente segunda fuerza política de Brasil.

Según la encuesta del Instituto Datafolha, Rousseff, sigue en primer lugar con un 36% de los votos, Silva sube al segundo puesto, con un 21%, en un empate técnico con Neves, que mantiene su 20%, pero que pierde la buena ventaja de 11 puntos, que tenía antes sobre Campos. En una simulación de segunda vuelta, Silva empata técnicamente con Rousseff pero se coloca a la cabeza, con un 47% contra 43%.

Si ese escenario se confirma, sería la primera vez que PSDB, no llegaría a la segunda vuelta desde 1994. Interrogado sobre la encuesta desfavorable a su candidatura, Neves trató de mostrarse optimista. La aparente tranquilidad de Neves no es la de la dirección de su partido que ahora busca compararlo con Campos, poco conocido por los electores de todo el país hasta la semana pasada, pero alzado a la categoría de héroe después de su muerte.

En su site de campaña, el PSDB publicó un análisis de su Instituto Teotônio Vilela (ITV), en el que compara a Neves con Campos y lo propone como el único nombre capaz de “seguir la escuela” del socialista.

«El ex gobernador de Pernambuco era uno de los representantes de la buena política que mira, principalmente, los beneficios a los ciudadanos, la gestión responsable de la cosa pública, la búsqueda por la justicia social. En su administración en el Estado, se miró en el espejo de otras experiencias exitosas como la de Aécio Neves en  el Gobierno de Minas Gerais. La escuela es la misma y será continuada», dice el análisis que muestra la que podría ser la nueva estrategia de la campaña socialdemócrata.

Neves, de hecho, tiene semejanzas con Campos, pero no son ideológicas. Campos fue dos veces gobernador de Pernambuco, dejó el cargo con alta aprobación, y es nieto de Miguel Arraes, uno de los políticos más representativos de la izquierda brasileña. Neves tuvo una carrera parecida en Minas Gerais, uno de los colegios electorales más importantes del país, y es heredero político de su abuelo, Tancredo Neves, que murió antes de asumir la presidencia, en 1985.

Por otro lado, mientras Campos era el candidato, dejó entrever la posibilidad de un acercamiento a los socialdemócratas que incomodaba a Marina. Con menos oportunidades -entonces-  de ir a la segunda vuelta que Neves, ambos habían conversado sobre la posibilidad de unirse contra Rousseff, en el caso de un «ballotage». En este momento es difícil decir si Marina Silva, que tiene clara su antipatía con los llamados “tucanes”, sería capaz de tomar el mismo rumbo que su antecesor.

La primera encuesta después de la muerte de Campos se elaboró antes de su entierro, que tuvo fuerte repercusión nacional. La tragedia protagonizada por el carismático candidato que deja una viuda joven y cinco hijos, uno de ellos con apenas siete meses, conmocionó al país y fue expuesta hasta el cansancio por las cadenas de TV, donde lograba una gran audiencia.

La candidatura de Campos, que era modesta en vida, ahora se convierte en un legado, del que la heredera clara y directa es Marina. Ella puede subir aún más en la próxima encuesta bajo el efecto de la exposición de campaña pero también puede caer. Esto es lo que, previsiblemente, le sucederá al volverse el blanco de los ataques del PT y del PSDB que, además, disponen de mayor tiempo de propaganda electoral.

Otro dato interesante de la encuesta Datafolha, es que Silva no le ha quitado votos ni a Rousseff ni a Neves, que mantuvieron los mismos porcentajes de la encuesta anterior. La ambientalista ha recuperado básicamente los votos que ya eran suyos de la elección anterior, cuando llegó al tercer lugar con un 19% equivalentes a 20 millones de sufragios. El sondeo muestra que Silva recoge los votos de quienes votaban en blanco o estaban indecisos.

En este escenario, la disputa electoral brasileña comienza nuevamente pero, ahora, compiten tres caballos. Sólo uno llegará a la meta.