sábado, 11 de julio de 2015
2018, el ocaso el de Lula y el ascenso de Aécio Neves

Brazilian presidential candidate for the Brazilian Social Democracy Party Aecio Neves (C-R) and Brazilian former President (2003-2011) Luiz Inacio Lula da Silva (C-L) attend late Brazilian socialist presidential candidate Eduardo Campos' religious ceremony in Recife, Brazil on August 17, 2014. Campos, 49, who had been running third in opinion polls for the October election, died on August 13 when his campaign jet slammed into houses in the city of Santos in bad weather, killing all seven people on board and setting buildings alight. AFP PHOTO / NELSON ALMEIDA

Río de Janeiro. SAH/Efe

La imagen de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, está bajo mínimos pero la de su padrino y antecesor, Luiz Inacio Lula Da Silva, tampoco está para echar las campanas al vuelo. Aécio Neves, el socialdemócrata que resurge de su fracaso en las urnas, sube como la espuma. Les vencería a los dos si las elecciones fueran hoy mismo.

El principal líder de la oposición en Brasil, el senador Aécio Neves, vencería al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en caso de que ambos tuvieran que medirse en una eventual segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2018, según una encuesta del instituto Ibope.

25 de octubre. Eran otros tiempos. Foto. Efe

25 de octubre. Eran otros tiempos. Foto. Efe

Neves, derrotado por Dilma Rousseff en las presidenciales de octubre pasado por solo tres puntos porcentuales, obtendría el 48 % de los votos en la segunda vuelta si las elecciones fuesen hoy, frente al 33 % de Lula, antecesor y padrino político de la actual mandataria, según el sondeo encomendado y divulgado por el diario O Estado de Sao Paulo.
El 15 % de los electores votaría en blanco o nulo y un 3 % prefirió no pronunciarse.
El máximo líder del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) aparece bien situado en las encuestas en momentos en que la popularidad de Rousseff (9 %) se encuentra en su menor nivel histórico y el Gobierno enfrenta dificultades políticas y económicas.

En el último debate antes de las elecciones

En el último debate antes de las elecciones

El Instituto Ibope, que entrevistó a 2.002 electores a mediados de junio en 142 ciudades para una encuesta con un margen de error de dos puntos porcentuales, incluyó en la lista de posibles candidatos al principal líder de la oposición y a Lula debido a que Rousseff, tras haberse reelegido el año pasado, no puede aspirar a un tercer mandato consecutivo.
En otra simulación para la segunda vuelta presidencial en 2018 hecha por el Ibope y en la que el rival de Lula sería el actual gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, el líder opositor obtendría un 40 % de los votos y el expresidente un 39 %, por lo que ambos estarían técnicamente empatados.
El Ibope se abstuvo de divulgar los resultados del sondeo que hizo con posibles candidatos para la primera vuelta, pero una encuesta divulgada hace un mes por la firma Datafolha indicó que, en caso de que la primera ronda fuese hoy, Neves obtendría el 35 % y Lula el 25 %.
La imagen del expresidente, que terminó su segundo mandato en diciembre de 2010 con una popularidad récord para un presidente al fin de su período, viene cayendo junto con los índices de popularidad del Gobierno de Rousseff.
Según un sondeo del Ibope divulgado este mes, la aprobación del actual Gobierno cayó desde el 12 % en abril hasta un 9 % en junio, el menor nivel para un presidente brasileño, pese a que Rousseff tan solo ha cumplido seis meses de su segundo mandato de cuatro años.

Hay manchas difíciles de limpiar

Hay manchas difíciles de limpiar

De acuerdo con esa misma encuesta, el 68 % de los brasileños reprueba al Gobierno y un 21 % lo considera regular.
Además de una grave crisis política, con sectores defendiendo que Rousseff sea sometida a un juicio con fines de destitución y el rechazo de varias de las medidas presentadas por el Gobierno a consideración del Congreso, la actual administración tuvo que adoptar un impopular ajuste fiscal para hacer frente a la delicada situación económica del país.
Según coinciden todas las proyecciones, la economía brasileña se encogerá este año al menos un 1,2 %, su peor resultado desde 1999, y la inflación cerrará en un 9 %, su mayor nivel en una década, en un escenario de desaceleración del consumo y aumento del desempleo.