Sao Paulo, 10 sep (EFE).- Los 1.400 trabajadores de una de las plantas de la multinacional estadounidense Ford en Brasil empezaron hoy una huelga indefinida para protestar contra los despidos anunciados por la compañía en medio de la crisis que afecta al sector.
La huelga fue aprobada por unanimidad por la asamblea de los trabajadores en la planta de Ford en Sao Bernardo do Campos, en el estado de Sao Paulo, según el sindicato del sector.
El director del sindicato de los Metalúrgicos del ABC, en la región metropolitana de Sao Paulo, José Quixabeira de Anchieta, informó de que todavía no es posible calcular el número exacto de despidos, aunque según la asesoría podría afectar a unos 200 empleados.
El dirigente recalcó que la decisión de la empresa no fue negociada con el sindicato y subrayó que «despedir no es la solución independientemente del número de personas afectadas».
«No importa la cantidad de trabajadores. Hoy son doscientos, pero la montadora ya informó que tendrá que reducir todavía más la línea de producción en enero, o sea, mañana el excedente puede ser mayor. La empresa necesita saber que no vamos a admitir despidos. Vamos a estar parados hasta que revoquen los despidos y se vuelva a negociar», sostuvo Quixabeira.
Ford ya anunció la víspera que concederá vacaciones colectivas a 6.800 empleados de su fábrica del estado brasileño de Bahía con el fin de adecuar su producción a la caída de la demanda.
Protegido durante años con incentivos del Gobierno, el sector del automóvil enfrenta una grave crisis por la suspensión de los descuentos fiscales que el Estado le concedía, así como por el empeoramiento de una economía brasileña, en recesión técnica, lastrada por una inflación al alza, un aumento de las tasas de interés y la restricción del crédito.
Según la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), las ventas cayeron en agosto un 23,9 % frente al mismo mes de 2014 y un 8,9 % ante los resultados de julio.
En el acumulado enero-agosto, Brasil vendió 1,75 millones de unidades de vehículos, un 21,4 % menos que en los primeros ocho meses de 2014 y el peor resultado para el período desde 2007.
Con el fin de disminuir la producción y adecuarla a la actual demanda, numerosos fabricantes del sector automovilístico en Brasil han reducido sus plantillas en los últimos meses mediante procesos de despido colectivo o la concesión de vacaciones colectivas a sus trabajadores.
Ante este escenario, el Gobierno brasileño ha optado por recurrir a los bancos públicos para estimular al sector.
El estatal Banco do Brasil anunció que desembolsará 3.100 millones de reales (unos 801.000 dólares) hasta finales de 2015, mientras que la Caixa Federal Económica lanzara una línea de crédito a bajo coste.