lunes, 9 de noviembre de 2015
Mayor sindicato luso pide más al tripartito de izquierdas en materia laboral

Lisboa, 9 nov (EFE).- El principal sindicato de Portugal reconoció que existen «puntos positivos» en el programa de Gobierno acordado por los socialistas y la extrema izquierda, aunque reclamó «ir más lejos» en materia laboral.
En un encuentro con corresponsales extranjeros en Lisboa, el líder de la Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP), Arménio Carlos, dio por seguro que el actual Ejecutivo conservador será derribado mañana en el Parlamento y que el jefe de Estado entregará el Gobierno a los socialistas.
«Es prematuro asumir que el nuevo Gobierno del Partido Socialista (PS) sea de izquierdas», aseveró el sindicalista, quien abogó por mantener las altas expectativas bajo control para evitar que la ilusión inicial dé paso a la frustración.
De hecho, recordó que la relación del sindicato -con unos 600.000 afiliados y de orientación comunista- con anteriores ejecutivos socialistas «no fue buena», debido en su opinión a que la línea programática del PS era más cercana a la de los partidos de centroderecha.
«Esta nueva dirección del PS dice buscar respuestas a los problemas sociales y éste es el momento para confirmar esa apertura», apuntó el secretario general de la CGTP.
Arménio Carlos admitió que, dentro del programa negociado por el PS con el Bloque de Izquierda (BE en sus siglas en portugués) y el Partido Comunista (PCP), existen medidas que suponen una señal «positiva» de cara a los trabajadores lusos, incluso aunque no se correspondan exactamente con sus exigencias.
Entre ellas citó la reposición de salarios, la atribución de apoyos sociales a los trabajadores y la supresión de algunos puntos polémicos incluidos inicialmente en el programa de los socialistas, como la reforma de la seguridad social o la reducción de la contribución al Estado que pagan las empresas por cada empleado.
También consideró que hay «margen para negociar» el objetivo de subir el salario mínimo hasta los 600 euros mensuales de forma gradual durante los próximos cuatro años para alcanzar «una solución intermedia» y reducir esos plazos.
Sin embargo, calificó el programa de «insuficiente» en materia de derechos laborales y exigió revisar las leyes que regulan los despidos y las indemnizaciones.
«Facilitar los despidos -durante la pasada legislatura- no trajo ningún beneficio ni para las familias ni para las empresas», argumentó el líder de la CGTP.
Arménio Carlos destacó el carácter histórico del acuerdo alcanzado por los tres partidos de izquierda para formar Gobierno, algo inédito en Portugal desde la llegada de la democracia pues socialistas y comunistas han estado tradicionalmente enfrentados.
No obstante, recordó las «sustanciales diferencias» entre las fuerzas implicadas e insistió en que la CGTP continuará con sus reivindicaciones, independientemente de quien gobierne.
La central convocó para mañana frente al Parlamento una concentración que servirá para demostrar que «valió la pena luchar» por los derechos de los trabajadores, pero también para mostrar al nuevo Gobierno de izquierdas un «apoyo popular» frente a las posibles «presiones externas» que deberá enfrentar.