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Discurso de Gabriel Boric
Gemma Casadevall
Berlín, 18 ago (EFE).- La canciller alemana, Angela Merkel, viaja mañana al encuentro de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, dispuesta a sellar con la líder de la primera economía de América Latina una relación de socio preferente, pese a las convulsiones que sacuden Brasil.
La situación interna de Brasil no es asunto que «deba comentar» el Gobierno de Berlín y la convocatoria de las primeras consultas intergubernamentales con ese país es cuestión «largamente planeada», indicaron fuentes del Ejecutivo alemán en un encuentro con los medios, previo al viaje de la canciller a Brasil.
Merkel partirá mañana hacia Brasilia en cuanto se cierre la sesión del Parlamento federal (Bundestag) que debe dar luz verde al tercer rescate a Grecia, acompañada de seis ministros y de secretarios de Estado de otros cinco ministerios.
Lo abultado de la delegación refleja el grado de importancia que da la canciller a las relaciones con Brasil, su primer socio político y económico de la región y el único al que se reconoce el rango de socio preferente con estas consultas intergubernamentales.
Alemania mantiene este formato de consultas sólo con algunos países de la UE -Francia, España, Italia, Holanda y la vecina Polonia- y, fuera de este ámbito, con aliados tradicionales como EEUU e Israel, así como China, India y Rusia, en ese último caso suspendidas a raíz del conflicto ucraniano.
Que el estreno con Brasil se produzca en tiempos convulsos -escándalo de corrupción en Petrobras, marchas de protesta en más de 200 ciudades, el domingo, y previsiones de contracción económica del 2 % este año- es, para Berlín, una suerte de contrariedad puntual.
Será del cuarto viaje de Merkel como canciller a Brasil -tras los de 2008 y 2014, en ese caso por partida doble e incluida la visita relámpago al Mundial que ganó Alemania-, mientras que Rousseff ha visitado la potencia europea tanto como presidenta y, antes, acompañando a su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva.
Ambas líderes se estiman y valoran, enfatizaron esas fuentes, y Brasil es una «democracia que funciona», donde la Justicia actúa con la debida independencia, como ha evidenciado con su actuación ante escándalos de corrupción como el de Petrobras.
Desde Berlín se rehuyó entrar en especulaciones acerca de un eventual un juicio político o proceso para destituir a Rousseff -es una presidenta reelegida y legitimada por las urnas, se recordó-.
El establecimiento de consultas intergubernamentales es algo que va más allá de las simpatías entre los líderes, añadió sin embargo la fuente gubernamental, ya que se plantean sobre bases de su solidez presente y futura.
La agenda oficial de la canciller se abrirá mañana con una recepción en el Palacio Alvorada a invitación de Rousseff, a lo que seguirá el jueves un desayuno con empresarios alemanes y después las consultas intergubernamentales, de unas cinco horas de duración.
La delegación de Merkel no incluye empresarios alemanes, aunque sí mantendrá ese encuentro «con nombres importantes de la industria» ya en Brasilia. En contra de lo habitual en otros viajes, no está prevista una reunión con la oposición.
De las consultas no deben esperarse acuerdos cuantificables en negocios multimillonarios, indicaron las fuentes, sino una serie de declaraciones conjuntas centradas protección climática, biodiversidad, innovación, cooperación e intercambio cultural.
Los ministros que acompañan a Merkel son los de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier; Sanidad, Hermann Gröhe; Medio Ambiente, Barbara Hendricks; Agricultura, Christian Schmidt; Transportes, Alexander Dobrindt, y Cooperación, Gerd Müller.
No estará en la delegación el vicecanciller, ministro de Economía y líder socialdemócrata, Sigmar Gabriel, oficialmente por razones de agenda, aunque en medios alemanes ha causado extrañeza visto el peso del aspecto económico en las relaciones bilaterales.
El volumen global de las inversiones alemanas en Brasil se sitúa en 19.400 millones de euros, en lo que entran tanto los grandes consorcios del país como industrias medianas.
El volumen de exportaciones a Brasil fue en 2014 de 11.800 millones de euros -un aumento interanual del 1 %-, mientras que las importaciones se quedaron en 6.600 millones -una caída del 7 %-.
En los últimos años las relaciones comerciales entre Alemania y Brasil han perdido dinamismo pero también eso se ve desde Berlín, al menos oficialmente, como un «factor puntual».