Antonio Torres del Cerro
Lisboa, 8 ene (EFE).- Portugal celebra sus 30 años de pertenencia a la Unión Europea (UE), el período más próspero de su historia, según coincidieron hoy el Gobierno y la Presidencia lusa en los actos conmemorativos.
«En ningún otro periodo de su historia, Portugal tuvo un proceso tan acelerado como en estos últimos 30 años (…) La mejora de los índices de desarrollo humano así lo demuestran», subrayó hoy el primer ministro portugués, el socialista António Costa, en el acto solemne celebrado en el Monasterio de los Jerónimos de Lisboa, donde el 12 de junio de 1985 Portugal firmó los Tratados de Adhesión.
«Nos transformamos estructuralmente y evolucionamos económica y socialmente», afirmó por su parte el presidente de Portugal, el conservador Aníbal Cavaco Silva, testigo privilegiado del proceso de integración europea.
Cavaco Silva, que dejará este año la presidencia tras cumplir su segundo mandato (2006-2011 y 2011-2016), fue primer ministro durante la primera década de adhesión (1985-1995).
La integración brindó al país «acceso al gran mercado europeo y el impulso de los fondos comunitarios», que se estiman en más de 100.000 millones de euros, y la renta per cápita portuguesa se acerca cada vez más a la media de la UE, indicó Cavaco, quien pidió, eso sí, una «Europa más proactiva y menos reactiva».
Para el primer ministro Costa, la entrada en el club comunitario supuso «un refuerzo» de Portugal en el contexto internacional.
«Al contrario de lo que muchos temían, ser un Estado miembro no nos disminuyó como patria ni nos hizo perder nuestra propia historia. Todo lo contrario», resaltó.
Durante estos 30 años en la UE se han promovido «la cultura, la educación y la ciencia», se han desarrollado infraestructuras y se ha modernizado la administración, detalló el primer ministro.
También intervino en el acto el presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, quien celebró la participación activa de Portugal en el club comunitario y aprovechó para dar un aviso a los gobiernos de Hungría y Polonia.
«Aquellos que dicen a la gente que lo que es necesario es menos UE y más poderes nacionales, como hacen los gobiernos de Hungría y Polonia, no quieren ver que los desafíos globales no los pueden resolver los Estados por su cuenta. Lo que se necesita es una cooperación europea», manifestó el alemán Schulz.
«Nosotros, europeos, tenemos ahora que darnos la mano para transformar una frágil recuperación económica en una recuperación rica en empleo», opinó y se refirió a los desafíos que presentan el terrorismo yihadista y la oleada de refugiados procedentes de Oriente Medio y África.
El portugués José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea (CE) entre 2004 y 2014, defendió el papel preponderante de la UE, a pesar las críticas de las que ha sido blanco.
«Cuando dicen que Europa está en decadencia, me pregunto ¿en decadencia en relación a cuándo? ¿Cuando estábamos divididos por el telón de acero, cuando los países del sur no tenían democracia, cuando sufrimos dos crueles guerras mundiales?», preguntó.
La UE, prosiguió, «defiende ahora sus valores como nunca lo hizo en el pasado» y «ha contribuido al más largo periodo de paz en el continente. Europa no está en decadencia».
Para Durao Barroso, que fue primer ministro de Portugal entre 2002 y 2004, «están en decadencia los que no creen en ella (en la UE), ni en sí mismos».
«Solo hablan mal de la Europa de hoy quienes no se acuerdan del pasado», consideró el exmandatario, quien pidió ganar la batalla a «la xenofobia» y «el populismo» en algunos países europeos.
Portugal ingresó oficialmente en la UE al mismo tiempo que su vecina España.
Portugal presenta un balance especialmente positivo en educación y sanidad, pero lastrado por la pérdida de competitividad del país desde que entró en la moneda única, en 2002.