martes, 14 de julio de 2015
Río registró en junio el menor número de homicidios para un mes en 24 años

Río de Janeiro, 14 jul (EFE).- Río de Janeiro, el estado más emblemático de Brasil y hasta hace algunos años considerado como uno de los más violentos, registró en junio pasado 272 homicidios dolosos, el menor número para un mes en los últimos 24 años, informaron hoy fuentes oficiales.
Agosto de 2012, con 294 muertes, era hasta ahora el mes con menor número de homicidios dolosos en Río de Janeiro desde que los datos comenzaron a ser computados oficialmente en 1991, según un comunicado de la Secretaría regional de Seguridad Pública.
De la misma forma, el número de homicidios en el primer semestre de este año en Río de Janeiro bajó a 2.104, con una caída del 22,8 % frente a los 2.726 registrados en el mismo período del año pasado.
«Es un hecho histórico. Tenemos que destacar los números que conseguimos en junio. Sé que aún tenemos un largo camino a recorrer y mucho que hacer para acabar con la sensación de inseguridad que aún existe, pero estamos en el camino correcto», dijo el gobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezao, citado en el comunicado.
El gobernador destacó la «caída histórica» de este índice de criminalidad en momentos en que el estado se prepara para los Juegos Olímpicos que Río de Janeiro organizará en 2016.
Según fuentes oficiales, parte de la caída de la criminalidad puede ser atribuida a la política de seguridad pública impulsada por el gobierno regional desde 2008 para instalar puestos policiales permanentes en favelas antes controladas por bandas de narcotraficantes.
La instalación de las llamadas Unidades de Policía Pacificadora (UPP) en las barriadas pobres en que los pistoleros imponían su ley fue uno de los compromisos asumidos por las autoridades de Río de Janeiro para adjudicarse la organización de los Olímpicos en 2016.
Hasta hace una década, los enfrentamientos armados y entre la Policía, las bandas de narcotraficantes y los grupos policiales eran rutinarios en Río de Janeiro, que era considerada entonces una de las ciudades más violentas de América Latina.