miércoles, 9 de septiembre de 2015
Rocha da Silveira lleva a Venecia un film sobre la irracionalidad adolescente

Alicia García de Francisco
Venecia (Italia), 9 sep (EFE).- «Mate-me por favor» es la ópera prima de la brasileña Anita Rocha Da Silveira, un filme que participa en la sección Horizontes del Festival de Venecia con una historia sobre el «sentimiento típico de la adolescencia de sentirse invencible» y de hacer cosas irracionales.
Feliz y nerviosa a la vez por estar en Venecia, Rocha Da Silveira está aún sorprendida de que su filme fuera seleccionado para participar en Horizontes, la segunda sección en importancia de la Mostra, cuando ni siquiera tenían agencia de ventas internacional.
«Es increíble estar aquí», asegura a Efe la directora, que llega a Venecia con una película sobre adolescentes y asesinatos que se desarrolla en Barra da Tijuca, al oeste de Río de Janeiro.
Una película inspirada de alguna manera en el asesinato en 1992 de Daniela Pérez, una actriz de telenovelas de 22 años, muy famosa en aquella época, y que fue apuñalada por un compañero de reparto Guilherme de Padua.
«En aquella época, sin internet como hoy, se filtraron fotos del cuerpo, yo tenía siete años y esas imágenes se grabaron en mi mente», explicó la joven directora.
A eso se unió su deseo de contar una historia de adolescentes. «Todos los hemos sido » y es una etapa en la que hay violencia en los comportamientos, además de esa obsesión por querer probar tu cuerpo, es como «querer morir, pero a la vez querer continuar viviendo».
También quería reflejar en el filme la situación por la que pasó tras el suicidio de una amiga suya cuando solo tenían 20 años.
«Creo que tener que afrontar esa muerte y aceptar el suicidio, de alguna manera, me hizo hacer este filme para demostrar que es posible morir tan joven y al mismo tiempo que hay que asumir que fue su elección».
«Mate-me por favor» se centra en la vida de un grupo de adolescentes, especialmente en Bia (Valentina Herszage) y en su iniciación al sexo, al tiempo que continúa con los juegos casi infantiles con sus amigas y todas ellas están aterradas por un asesino en serie que mata a jóvenes de apenas unos años más.
Una historia que ha rodado en el mismo barrio de Barra de Tijuca, uno de tantos nuevos vecindarios que surgen en los alrededores de las grandes ciudades, a imitación del estilo de vida de Florida, pero con muchas más carencias.
En esos barrios, las familias pueden conseguir mejorar su calidad de vida en urbanizaciones con seguridad interna, piscina y todo tipo de instalaciones, pero construidas casi en el medio de la nada.
«Los padres tienen la idea de que los hijos están seguros, pero en realidad los abandonan ahí», precisó la directora.
Un filme que es una especie de continuación de un cortometraje realizado por Rocha en 2010, «Handebol», sobre un grupo de chicas muy violentas.
Y que ha podido realizar gracias al apoyo de una productora fuerte Bananeia Films, a la que encantaban sus cortos y quiso involucrarse.
«Comencé a desarrollar el proyecto a mediados de 2011 y al comienzo de 2014 empecé el rodaje, y eso para Brasil es rápido. Tengo amigos que empezaron a preparar sus proyectos antes que yo y aún no lo han rodado. He sido una excepción», relató Rocha Da Silveira.
Un rodaje en el que la mayoría de sus miembros eran debutantes en un largometraje, además de amigos y compañeros de la realizadora de la Universidad Pontífice Católica de Río de Janeiro, donde se graduó en 2008.
Eso hizo el trabajo muy fácil, con el único inconveniente de tener que rodar en verano, por las vacaciones de los actores, con temperaturas de 46 grados en el verano más caluroso de la historia de Brasil.
«En algunos días hasta casi sufrimos alucinaciones», recuerda Rocha entre risas.
Pero el esfuerzo le ha llevado a Venecia con un filme que demuestra la búsqueda de los nuevos cineastas brasileños de nuevos temas, alejados de los estereotipos de la pobreza, la violencia y las favelas.
«Brasil ya no está en el mapa del hambre, ha mejorado mucho socialmente y ahora está bien hablar de otros temas», reconoció la directora.