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Discurso de Gabriel Boric
Brasilia, 17 jul (EFE).- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, defendió hoy durante la inauguración de la Cumbre semestral del Mercosur que este bloque mantenga la «flexibilidad» en la aplicación de sus normas internas, para permitir que los socios puedan afrontar crisis.
«Continuamos empeñados en consolidar la unión aduanera, no obstante hemos de reconocer que la crisis plantea desafíos para los Estados. Por ello defendemos que las normas se mantengan flexibles para que los Estados puedan adoptar las medidas adecuadas», dijo Rousseff en su discurso.
Paraguay y Uruguay han demandado a Argentina y Brasil que se eliminen las barreras arancelarias que impiden una plena y libre circulación de bienes en el Mercosur.
La demanda fue planteada por los dos socios menores del bloque, que también integra Venezuela, en el marco de la reunión semestral del Consejo Mercado Común (CMC) del Mercosur, realizada este jueves en Brasilia.
En su discurso, Rousseff dijo hoy que la crisis «no es una razón para crear barreras» entre los miembros del Mercosur, a la vez que abogó por «recuperar la fluidez» del comercio entre los países socios.
La mandataria brasileña también defendió que el Mercosur prosiga sus esfuerzos en la ampliación de mercados y en la firma de acuerdos comerciales con otros bloques, entre los que se refirió expresamente a la Unión Europea.
Rousseff aprovechó su pronunciamiento para dedicar un aplauso, a modo de despedida, a la presidenta argentina, Cristina Fernández, que participa en su última cumbre del Mercosur, pues no podrá ser reelegida en las elecciones del próximo octubre.