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Discurso de Gabriel Boric
Brasilia, 10 ago (EFE).- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, instó hoy a la sociedad a ignorar a aquellos sectores políticos que apuestan por el fracaso de su Gobierno e insistió en que la crisis económica y política que vive el país es «pasajera» y será superada.
«Brasil precisa más que nunca que las personas piensen primero en el país, en lo que le sirve a la Nación y a la población, y que sólo después piensen en sus partidos y sus proyectos personales», declaró la mandataria durante un acto de entrega de viviendas populares en el estado de Maranhao (noreste).
Según Rousseff, la economía brasileña, que este año cerrará con una contracción del 1,5 %, de acuerdo con previsiones del Gobierno, está en medio de una «travesía» y para llegar a buen puerto «precisa estabilidad».
La mandataria sostuvo que «cuando hay alguna dificultad, no sirve estar peleando unos contra otros» y que «nadie que piense en Brasil y en su pueblo puede aceptar la teoría de que si no le gusta el Gobierno hay que debilitarlo».
Rousseff aludió así directamente a los sectores opositores que han convocado a grandes manifestaciones para el próximo domingo, con la intención de protestar por la delicada situación económica y por los escándalos de corrupción destapados en la estatal Petrobras.
Por esas corruptelas son investigadas veinte grandes empresas del país, pero también medio centenar de políticos, en su mayoría de la base parlamentaria que apoya a Rousseff, lo cual ha enrarecido las relaciones entre el Gobierno y el Parlamento.
Algunos sectores minoritarios entre los grupos que han convocado las protestas para el próximo domingo incluso han propuesto que la mandataria sea sometida a un juicio político con miras a su posible destitución, por la presunta responsabilidad del Gobierno en las corruptelas que se investigan en Petrobras.
Según admitió la propia petrolera en sus balances, esas maniobras ilegales supusieron el desvío de unos 2.000 millones de dólares a lo largo de la última década.
Entre los detenidos por ese asunto figura Joao Vaccari, quien era hasta hace unos meses el tesorero del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenecen Rousseff y su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva y que está en el poder en Brasil desde enero de 2003.