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Discurso de Gabriel Boric
Roma, 10 jul (EFE).- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, invitó hoy a los empresarios italianos a invertir en Brasil, tras reunirse en Roma con el presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, y el primer ministro, Matteo Renzi.
«He invitado a los empresarios italianos a intensificar su presencia en Brasil», dijo Rousseff en una rueda de prensa conjunta con Renzi, en la que dijo que «en el ámbito comercial, Brasil e Italia tienen un largo camino por recorrer».
En concreto, dijo que trató con Matarella y Renzi las oportunidades dentro de la industria ferroviaria, aunque también se refirió a los puertos y aeropuertos y agregó que «la gran inauguración de Fiat en Pernambuco es un ejemplo que se puede reflejar en otras áreas».
En su llamada a los inversores, incluyó también a las pequeñas y grandes empresas porque «sin duda, si hay un país en el mundo que ha creado un tejido social con pymes, es Italia».
Los lazos comerciales entre Italia y Brasil serán, según la presidenta brasileña, «del más alto nivel» y la colaboración será «excepcional» con un país como Italia, con el que «Brasil tiene una relación muy especial».
Más allá del ámbito cultural, Rousseff habló de la cercanía entre brasileños e italianos en asuntos como la política, el ámbito científico, la lucha contra el cambio climático y contra la pena de muerte.
Tanto con Renzi como con Mattarella, Rousseff dijo haber abordado también la situación de los treinta millones de descendientes de italianos en Brasil y «la preocupación por el crecimiento».
«También asuntos de defensa, energía, telefonía y todas las áreas estratégicas», añadió la presidenta brasileña, que dijo que comparte con Italia «una coincidencia de visión» que llevó a establecer una «relación estratégica» en 2007.
En materia agroalimentaria, Roussef visitará mañana, sábado, la Exposición Universal de Milán, un evento dedicado a la alimentación y en el que, según comentó, Brasil muestra «no solo tecnología e innovación, sino también los programas de hambre cero».
Roussef acudió esta mañana la sede en Roma de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y allí se reunió con su director general, su compatriota José Graziano da Silva.
Con él coincidió en la necesidad de invertir en la población más pobre para aportar una nueva dinámica a la economía, según un comunicado de esa agencia de la ONU.
Por su parte, Matteo Renzi dijo en la rueda de prensa que trató con la presidenta brasileña «el gran tema de la justicia social» y la pasión por el futuro, que llevó a discutir la cooperación académica entre ambos países y abordaron «el futuro de los jóvenes».
El primer ministro italiano se refirió también a «cuestiones abiertas en el ámbito de la justicia», en las que esperó «soluciones a los casos más difíciles».