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Discurso de Gabriel Boric
Por Raúl OCHOA, para SudAmericaHoy (SAH)
Brasil es un país con una serie de problemas estructurales, que se contraponen a un cercano futuro de enormes posibilidades y riqueza, que bien manejada e invertida puede transformar su famoso potencial de desarrollo, en real.
La licitación del campo de LIBRA, primero bajo el concepto de participación, en el que Petrobrás es único operador con el 30 % y donde ganó el consorcio que ofreció el mayor porcentaje para el Estado brasileño (límite mínimo del 41.65 %), implica la mayor operación de este tipo en los últimos años. Representa una inversión de 80 MM U$S en diez años – sin considerar costos operativos – y se estima que cuando alcance el pico productivo en el 2027, se extraerán 1,4 millones barriles/día equivalente al 65 % de la producción brasileña actual
De las empresas y consorcios que se presentaron, sobresalió el enorme interés chino (adjudicatario final) presente a través de sus gigantes empresas estatales: CNOOC, CNPC y SINOPEC esta última en alianza con Repsol y Petrogalp de Portugal; otros participantes correspondieronn a India, Indonesia, Colombia luego Total y Shell.
Se estima que en este espejo de aguas profundas de 1500 kms2, hay reservas extraíbles de 8/12 MM de barriles y es desde 2008 el mayor descubrimiento a nivel mundial; cabe señalar que desde ese año, de los diez mayores descubiertas seis son brasileñas, dos iraquíes, una norteamericana y la restante noruega
Este campo de LIBRA mas lo ya descubierto previamente implica que en los próximos 12 años (2013/2025) la inversión brasileña en pre-sal será de 500.000 Millones de U$S – equivalente al actual PBI argentino -; esto llevaría la actual producción de 2,1 M/b/d a 4,2 M o 5,2 M computando el equivalente de gas para el año 2020. Se calcula que para el año 2022, Brasil debería ser exportador neto de 2 millones/b/d (ver gráfico)
Para que esto sea posible, se deberán flexibilizar las normas de contenido local ya que no hay capacidad suficiente de astilleros para armar las 35/40 FPSO (Plataformas semisumergibles, de producción, almacenamiento y transferencia) necesarias, hoy ya hay 34 de las 160 FPSO de todo el mundo y lo que ahora se está entregando corresponde a las más antiguas licitaciones de Transpetro (subsidiaria de logística y transporte de Petrobrás), cuando los requerimientos de contenido eran más blandas; de hecho con las nuevas especificaciones las FPSO saldrían 30 % más caras que sus equivalentes asiáticas, que además las entregan mucho más rápido – la mitad del tiempo incurrido en el Brasil –
Dicho en otras palabras, Petrobrás deberá en 7 años doblar la producción, que previamente le costó 60 años para alcanzarla.
Además de FPSO plataformas, hay que construir una flota de 300 barcos de apoyo marítimo hasta el fin de la presente década y por supuesto ampliar las instalaciones de puertos y construir nuevas terminales, que no alcanzan para satisfacer las necesidades de este nuevo volumen.
En barcos existe actualmente capacidad ociosa, consecuencia del menor ritmo de actividad a nivel global, lo que facilita el alquiler de naves por períodos prolongados y permite planificar la construcción naval con mayores plazos e inclusive armar FPSO sobre la base de navíos; aún así es muy difícil que pueda lograr cumplir con esas metas, por falta de mano de obra calificada y de capacidad de la industria naval.
Para las empresas estatales chinas, el objetivo de lograr ganar la participación del campo de LIBRA obedecía a dos razones concretas: asegurar el recurso y obtener el know how brasileño en aguas profundas que actualmente no lo poseen (su primera plataforma FPSO es de finales del 2011); para lograrlo están dispuestos a financiar no sólo la explotación operativa de presal muy rentable, sino también cofinanciar las dos plantas de refinación previstas por Petrobrás.
Para los expertos de energía brasileños asociarse con los chinos “es como dormir con el enemigo, con los ojos bien abiertos” ya que observan con mucho interés – y preocupación – el joint venture de Sinopec con Repsol y donde el primero ha intentado desde el inicio obtener el conocimiento tecnológico del segundo en aguas profundas, hasta ahora sin éxito.[1]
Lo cierto es que este plan de desarrollo moviliza 16 cadenas de valor, que abarcan aspectos de enorme complejidad operativa, logística, informática, ingeniería, electrónica, naval, defensa geología entre otras.
A esta altura cabría reflexionar sobre cuáles han sido los avances en materia de complementación productiva en el Mercosur, habida cuenta sobre todo en el caso argentino que existiría un potencial para participar tanto en bienes y como en servicios para las cadenas de valor del presal.
[1] Expresión de Alexandre Szklo doctor por la COPPE-UFRJ. COPPE es el Instituto Alberto L. Coimbra de posgrado e investigación en ingeniería, Universidad Federal de R. de Janeiro
Enlace vinculado: Protestas por la licitación
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