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Discurso de Gabriel Boric
Sao Paulo, 8 ene (EFE).- Los grupos sociales que dieron inicio a la ola de protestas en 2013 por todo Brasil volvieron hoy a las calles de varias ciudades para manifestarse en contra del alza de la tarifa del servicio público de transporte, el mismo motivo que dio origen hace dos años y medio al inédito movimiento.
La principal manifestación ocurrió en Sao Paulo, la mayor ciudad del país y donde se presentaron disturbios entre manifestantes y policías del llamado «Batallón Anti-choque», que usó gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, que a su vez respondió con piedras.
La protesta convocada por el Movimiento Passe Livre (MPL) comenzó en el Vale do Anhangabaú, donde funciona la administración municipal, y se extendió a otros puntos del centro de la ciudad, como la Plaza de Sé y las avenidas 23 de Maio y Nove de Julho.
Los manifestantes bloquearon las calles con neumáticos y botes de basura, a los que prendieron fuego, y algunos destruyeron autobuses y depredaron autos del servicio de control de tráfico.
Los organizadores de la protesta indicaron que más de 15.000 personas confirmaron su participación a través de las redes sociales en la manifestación de la capital paulista.
Entre los manifestantes se encontraban varios integrantes del movimiento «Black Block», grupo cuyos militantes se caracterizan por acudir a las protestas encapuchados y apoyar la violencia en las manifestaciones.
El Gobierno del estado de Sao Paulo y la administración de la capital homónima acordaron aumentar los pasajes en autobuses, metro subterráneo y trenes metropolitanos a 3,80 reales (unos 94 centavos de dólar) por viaje, un incremento del 8,57 % y por debajo de la inflación del 10,49 %.
La Policía Militar no divulgó hasta ahora el número de manifestantes, heridos sin gravedad y detenidos durante la protesta en Sao Paulo.
En 2013 una manifestación por el mismo motivo convocada por el MPL desencadenó una ola de protestas por otras reivindicaciones, que movilizaron millones de personas en las capitales y grandes ciudades brasileñas y preocuparon a los organizadores del Mundial de fútbol de 2014.
También este viernes, en Río de Janeiro, unas 1.000 personas portando carteles y gritando contra la subida de los pasajes se movilizaron por las mismas razones hasta la Asamblea Legislativa del estado y a la estación de trenes Central do Brasil, donde se presentaron disturbios entre manifestantes y policías.
En Belo Horizonte, capital del suroriental estado de Minas Gerais y tercera mayor región metropolitana del país, unas 500 personas se reunieron también en el centro de la ciudad.