Por Stella MONTORO, para SudAméricaHoy (SAH)

Hay políticos que nacen con estrella. Michelle Bachelet es una de ellas. La presidenta de Chile es capaz de sortear las peores catástrofes y salir indemne de los incendios más pavorosos. Cuando parece que la desgracia se la va a llevar por delante algo sucede y resurge de lo que parecían ser sus cenizas. Le pasó con el terremoto que la despidió en su primera mandato y con el que la recibió en éste pero también la sorprendió con las llamas de Valparaíso. Sin embargo, Bachelet sigue, presenta planes de reformas, avanza con la despenalización del aborto, los cambios en educación y los impuestos y… cosecha una adhesión del 58 por ciento.

La aprobación de la presidenta chilena alcanzó en junio un 58 %, dos puntos porcentuales más en relación con la misma encuesta del pasado mes de mayo realizada por la consultora Adimark.
La desaprobación, -informa Efe- se situó en un 32 %, lo que no representa una variación estadísticamente significativa frente a la encuesta anterior.
Bachelet, asumió un segundo mandato en marzo de este año, y mantuvo una evaluación positiva, sobre un 65 %, en todos los apectos medidos por el sondeo.
La mejor puntuación fue en «credibilidad» (73 %) y en «respeto» por parte de los chilenos (85 %). La identificación de la población con el Gobierno volvió a subir, esta vez en cinco puntos porcentuales, y llegó a un 55 %.
La otra cara de la moneda (política) la presenta la oposición de la derecha que bajó su nivel de adhesión hasta un 21 %.
En las áreas de gestión del Gobierno el manejo de las relaciones exteriores siguió como lo mejor considerado  (76 %), seguida por la economía (51 %).
En educación, donde el Gobierno impulsa una gran reforma para mejorar su calidad y garantizar la gratuidad en todos sus niveles, la aprobación cayó a un 38 % desde un 42 % en mayo.

Con todo, la presidenta de Chile alcanza un respaldo dificil de encontrar hoy en las Américas y Europa.