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Discurso de Gabriel Boric
Santiago de Chile, 1 ene (EFE).- La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, destacó las reformas que en su segundo mandato logró en materia educacional, política y de derechos civiles al efectuar un balance del 2015 en su mensaje de fin de año.
«El 2015 no ha sido fácil, lo sabemos. Pero a pesar de las dificultades y las pruebas que hemos atravesado, logramos hacer cambios que mejorarán la vida de millones de chilenas y chilenos», señaló Bachelet en un mensaje a través de una cadena nacional voluntaria de radio y televisión.
La presidenta que se encuentra descansando en la ciudad de Viña del Mar, frente al océano Pacífico, destacó los hitos de su administración como es la ley de inclusión, uno de sus proyectos emblemáticos de su programa.
También recordó que su país terminó con el lucro en la educación primaria y secundaria, el copago y la selección en los recintos educacionales, a la que se suma la ley corta de gratuidad que permitirá a unos 180 mil estudiantes de 30 universidades adscritas al nuevo sistema estudiar sus carreras de nivel superior sin costo.
«Pienso en los jóvenes estudiantes que iniciarán sus estudios superiores sin tener que endeudarse, porque hace unos pocos días logramos dar el primer paso en la gratuidad en la educación superior; pienso en las parejas que hoy ven fortalecidos sus derechos y libertades con el Acuerdo de Unión Civil», recalcó.
La mandataria socialista señaló tener «presente el triunfo de la democracia con la eliminación del sistema binominal -en abril pasado- para que la voz de ustedes, los ciudadanos, tenga la fuerza que debe tener.
Bajo el sistema binominal se elegía a dos representantes por cada distrito o circunscripción. Para que una lista obtuviera los dos escaños debía sumar más del 66 %, lo cual resultaba bastante improbable; sin embargo, con sólo un 33 %, la segunda lista más votada conseguía la misma representación que la primera.
Este mecanismo había permitido que la derecha controlara la mitad del Congreso con poco más de un tercio de los votos, lo que -a su vez- había venido obstaculizado la eliminación del aparato institucional chileno de ciertas ataduras heredadas de la dictadura.
La presidenta Bachelet también hizo presente que este año se le puso freno a la corrupción, los abusos y las malas prácticas en la política y los negocios «con las leyes que hemos ido aprobando de la Agenda de Transparencia».
«Además, hemos dado inicio al proceso que nos llevará a elaborar juntos una nueva constitución que esté a la altura del país que merecemos», enfatizó.
La Constitución chilena actual data de 1980, impuesta en plena dictadura militar por Pinochet (1973-1990), y sufrió sólo algunas modificaciones durante el Gobierno del socialista Ricardo Lagos (2000-2006).
Al final de su discurso, la mandataria hizo una mención especial a los damnificados de las catástrofes ocurridas en el norte y en el sur por aludes y erupción de volcanes, y también a quienes hoy están solos o enfermos o han perdido a un ser querido o trabajando en esta fiesta.