martes, 29 de diciembre de 2015
Bachelet viaja a La Araucanía y se reúne con víctimas de la violencia

Santiago de Chile, 29 dic (EFE).- La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, viajó hoy por primera vez en su segundo mandato a la sureña región de La Araucanía, donde se reunió con víctimas de la violencia que se enmarca el llamado conflicto mapuche y se comprometió a abordar lo que, a su juicio, es una situación compleja.
«La situación que se vive acá no partió ayer, partió hace tiempo, pero los gobiernos y el Estado de Chile han tenido una deuda histórica», dijo Bachelet a los periodistas tras la reunión celebrada en Temuco, la capital regional, a 672 kilómetros de Santiago.
«Por lo tanto, es nuestra responsabilidad como Estado (…) que podamos enfrentar con medidas de corto, mediano y largo plazo el desarrollo integral de esta región, que es la región más pobre de Chile, que tiene un conjunto de desigualdades muy grandes y donde las víctimas de la violencia rural son personas, muchas de ellas de la propia etnia mapuche», sostuvo.
El conflicto mapuche tiene su origen en la reclamación de algunas comunidades de tierras que consideran ancestrales, pero que están en manos de empresas agrícolas o forestales, y que ha derivado en hechos de violencia que en los últimos años han causado la muerte de varios comuneros, agricultores y policías.
Además, varias decenas de mapuches han sido procesados y condenados por ataques incendiarios a propiedades agrícolas, maquinarias, camiones y bosques, además de robos, asaltos y otros delitos.
Los empresarios de la zona exigen al gobierno «mano dura» para combatir lo que consideran acciones terroristas, mientras grupos mapuches más radicales han ampliado su consigna básica a una recuperación del territorio que hasta avanzado el siglo XIX cobijaba a la «nación mapuche».
En ese marco, se han detectado bandas de delincuentes comunes que utilizan la situación para robar madera, ganado y otros bienes.
Bachelet planteó hoy su compromiso de establecer una mesa de trabajo de la región «de amplia participación, donde puedan también desarrollar propuestas específicas más allá de lo que nosotros como Gobierno podamos llevar adelante».
«Las víctimas necesitan apoyo y en eso vamos a seguir trabajando, y hacerlo de manera concreta», sentenció la mandataria, que remarcó que la de hoy ha sido para ella «una reunión muy conmovedora».
«Uno conoce las situaciones, las puede ver en los diarios, pero es muy distinto estar con las víctimas directamente», afirmó Bachelet, que rechazó algunas críticas por la ausencia en el encuentro de más víctimas de la violencia.
«Nunca estuvo pensada una reunión con todas las víctimas, es imposible, tendría que estar uno muchos días escuchando sus testimonios», dijo al respecto la mandataria.
Bachelet admitió en una entrevista que publica hoy el diario Publimetro que el 2015 ha sido «el peor» de todos los años que ha estado en La Moneda durante sus dos mandatos.
«Claramente, hasta ahora, es el peor (…), estoy esperando con ansias el 31 de diciembre» dijo en la entrevista Bachelet, que reconoció que en sus salidas a terreno la gente le ha hecho notar que ahora la encuentran «menos alegre».
El año que termina marcó para Bachelet el desplome de su popularidad, que se mantiene por debajo del 30 %, marcado por hechos de corrupción que han salpicado a su familia a través de su hijo, Sebastián Dávalos, en el llamado «caso Caval».
Dávalos es investigado por presunto tráfico de influencias y uso de información privilegiada en un millonario negocio inmobiliario que le reportó beneficios por unos 4,8 millones de dólares a Caval, una empresa de la que su esposa, Natalia Compagnon, es socia.
Para Bachelet, los casos de corrupción desvelados en 2015, que han implicado a grandes empresas, parlamentarios y dirigentes políticos de todos los sectores, «no enorgullecen a ningún chileno».