Santiago de Chile, 1 nov (EFE).- Las declaraciones a un medio extranjero del internacional chileno David Pizarro, de haberse cansado del fútbol local y de estar totalmente frustrado de como se maneja el torneo nacional, fueron profusamente difundidas hoy en los medios de comunicación australes.
Pizarro, que regresó en julio al Santiago Wanderers, el club donde comenzó su carrera, después de jugar dieciséis temporadas en Europa, principalmente en Italia, dijo a la Gazzetta dello Sport que «En Chile me encontré con una realidad futbolística distinta a la que esperaba, el sistema interno no funciona».
Además, el centrocampista, que inició su ciclo europeo en la temporada 1998-99 con el Udinese italiano, cuando sólo tenía 19 años, lanzó una fuerte crítica de cómo se maneja el fútbol nacional.
«Ganamos la Copa América, hay estadios nuevos maravillosos, pero llegan 300 espectadores. Los clubes no muestran interés alguno y todo se mantiene gracias al dinero de la televisión», apostilló.
Los clubes nacionales no están interesados en que la gente asista a los estadios, ya que las transmisiones de televisión les entregan más utilidades que las entradas de los fanáticos, acusó Pizarro.
El «Fantasista», como se le conoce, que había anunciado en 2010 su propósito de cerrar su carrera en su club de origen, agregó que «yo volví por amor a mi país, no para escapar de Italia. Pero quiero volver, ojalá en enero. Mi familia está de acuerdo conmigo», aseveró.
«Ellos quieren volver porque mis hijos nacieron en Italia y están acostumbrados a una realidad distinta a la de acá», sentenció.
Pizarro firmó un contrato por un año en Santiago Wanderers, a cambio de sólo 370 mil dólares, confirmaron en su oportunidad los dirigentes.
El pasado 22 de julio, la Municipalidad de Valparaíso declaró a Pizarro «ciudadano patrimonial», en el marco del duodécimo aniversario de la incorporación del principal puerto chileno como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Organización de Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Para los medios locales, la despiadada realidad del fútbol chileno impactó fuerte en la sensibilidad de David Pizarro, quién partiría en enero próximo de su querido Wanderers con destino a Italia.