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Manuel Fuentes
Santiago de Chile, 22 oct (EFE).- La compañía española de danza Antonio Gades cosechó un éxito rotundo la noche de este miércoles en Santiago con la versión teatral de «Carmen» veinte años después de que la obra cumbre del flamenco se representara por primera vez en un escenario de Chile.
Los más de 800 espectadores que abarrotaban el Teatro Municipal de Las Condes de la capital chilena acogieron con interés, respeto y entusiasmo la representación del tercer ballet narrativo creado por el bailarín y coreógrafo alicantino, tras «Don Juan» y «Bodas de Sangre».
«Carmen» fue, además, la primera puesta en escena fruto de la colaboración de Gades con el cineasta Carlos Saura, creador del género de películas de danza y uno de los más prestigiosos directores del cine español, con medio centenar de películas en sus sesenta años de carrera.
Ambos creadores se inspiraron en la opera de Georges Bizet -considerada la obra maestra del teatro lírico francés- para realizar una adaptación que se convirtió en un éxito internacional. La película fue premiada en el festival de Cannes de 1983 y seleccionada para el Óscar.
Dos años antes, Saura había llevado al cine el ballet teatral de Gades «Bodas de sangre», dando así inicio a un género musical contemporáneo de raíces inequívocamente españolas y alejado de los cánones anglosajones.
La versión teatral que el publico chileno pudo ver por primera vez esta noche toma como referencia musical la famosa ópera de Bizet, pero está inspirada en el relato de Prosper Merimée, que narra la aventura amorosa entre la gitana Carmen y el joven soldado don José que acaba con la total degradación del soldado, cuya pasión le empuja a matar a Carmen.
Tanto Gades como Saura prefirieron el libro de Merimée porque consideraban que la descripción de la historia y sus personajes reflejaban mucho mejor al pueblo andaluz, y se sirvieron de la música de Bizet para contraponerla en escena con la música flamenca en directo.
En la versión cinematográfica se desarrolla además un drama pasional paralelo, en un juego de doble ficción, ya que la trama gira en torno a una compañía de danza que está montando el ballet «Carmen» cuyo director mantiene un apasionado romance con la bailarina que interpreta a la gitana.
A diferencia de lo que ocurrió con el estreno de la ópera en Francia en 1875 -cuyo fracaso se dice que precipitó la muerte del compositor- la versión teatral de «Carmen» fue acogida este miércoles con entusiasmo por un público que, como el chileno, está alejado de la liturgia taurina, el universo flamenco y el sentimiento del cante jondo.
Con una escenografía tan austera como efectiva a cargo de Antonio Saura y un guión que apenas se aparta de la versión cinematográfica, la obra está dirigida magistralmente por Stella Arauzo, quien ha desarrollado gran parte de su carrera de la mano de Antonio Gadés.
Arauzo ingresó en la compañía a los 17 años y a los 24 sustituyó, precisamente en el papel de Carmen, a la legendaria bailarina Cristina Hoyos, la gran compañera de Gades.
Dos años después de la muerte del coreógrafo, en 2004, Arazuo asumió la dirección artística de la disuelta compañía, ahora apoyada por una fundación que encabeza Eugenia Eiriz y que preside la actriz María Esteve, viuda e hija, respectivamente, de Antonio Gades.
«Carmen» despliega en escena cuatro bailarines solistas, encabezados por María José López (Carmen) y Miguel Lara (Don José), un cuerpo de baile de doce personas.
Además dos guitarristas y tres cantaores, entre los que destaca María Carmona, interpretan los palos flamencos (soleás, seguiriyas, sevillanas, martinetes y bulerías) que se combinan con la música grabada de la «Habanera» y la «Canción del toreador».
La Compañía Antonio Gades, que antes de Chile visitó Argentina y Uruguay, tiene previsto ofrecer en Santiago, Talca, Rancagua y Valparaíso diez representaciones más de esta obra que ha sido novela, ópera, ballet y filme y ahora regresa nuevamente como espectáculo flamenco.