domingo, 15 de noviembre de 2015
Empire of the Sun demuestra en Chile que proyecta más luces que música

Cristóbal Chávez Bravo
Santiago de Chile, 14 nov (EFE).- Con más luces proyectadas que acordes musicales interpretados, el dúo electrónico, Empire of the Sun, cerró la quinta edición del festival Primavera Fauna, celebrado durante este sábado y hasta la madrugada del domingo en la capital chilena.
Cuatro guardianes del «Imperio del Sol», junto a su rey, el vocalista y guitarrista, Luke Steele, aparecieron en la gélida madrugada del domingo en el Espacio Broadway, recinto que alojó el festival chileno de música alternativa.
Pero la banda llegó incompleta al país austral, porque el otro integrante del dúo, el productor y encargado del sintetizadores, Nick Littlemore, no viajó a Santiago.
Prácticamente como un solista, Steele arrancó el concierto con «Old Flavours» y «DNA», ambas canciones de su segundo disco -y el más destacado-, «Ice on the Dune», del 2013.
Así como la banda sueca de metal, Ghost, que aparece en el escenario con todos sus integrantes vestidos de monjes satánicos, y su líder caracterizado como un papa, las bailarinas de los australianos portan cuidadosos trajes que se cambian en casi todas las canciones.
Luke Steele, que porta una corona en su condición del rey del «Imperio del Sol», el mundo de ficción que creó como concepto para sus discos, canta todas las canciones con una distorsión vocal que ha ratos hacen recordar bandas como MGMT, Capital Cities o Foster the People.
Cada acorde es acompañada por un prolijo juego de luces, y vídeos de apoyo que están sincronizados cuidadosamente con las melodías de la agrupación australiana.
Gracias a las guitarras de luces que simulaban tocar las bailarinas, que también portaban cascos que hizo recordar al dúo francés, Daft Punk, los múltiples colores proyectados en el escenario crearon un caleidoscopio musical, pero con más luces que música.
La banda, que suma dos trabajos de estudio en su breve carrera musical, aprovechó el festival para presentar algunas de sus nuevas creaciones de su tercer disco, «Every Ocean Tells a Story», que será lanzado en los próximos meses.
Pese a los esfuerzos en innovar, y que a ratos suenan como una agrupación de electrónica, fusionada con el glam ochentero y con pasajes de rock psicodélico, salvo sus grandes éxitos, nunca lograron convencer del todo a los exigentes asistentes del festival chileno.
El público, más que cantar las canciones, se dedicó a bailar y copiar las histriónicas coreografías de las bailarinas de Empire of the Sun.
Tal como el guitarrista de Kiss, Paul Stanley -y no sólo por la cara pintada-, Steele tras estruendosos solos de guitarra, que interpretó rasgando las cuerdas de su instrumento con un amplificador, destruyó su guitarra lanzándola contra el suelo, lo que generó la euforia de los asistentes.
Con canciones como «Walking on a Dream», «Ice on the Dune», y «I’ll Be Around», Empire of the Sun, los australianos repasaron todos sus éxitos, en una presentación de un poco más de una hora y media de duración.
La última en sonar, la canción que ha estado primera en varias listas de música, «Alive», logró al fin despertar al alienado público chileno asistente del Primavera Fauna.
El dúo, que pisó por primera vez el país austral en 2011, cuando en una breve presentación debutaron en el Lollapalooza Chile, concluyeron con algo que nunca se ve en un concierto, una lista de créditos.
Ver pasar los nombres de los integrantes de la banda, coreógrafos, bailarines y asistentes, tal como si fuera una película, reafirma la idea de que Empire of the Sun baila y proyecta luces, más de lo que interpretan; el Imperio de la Luna es más luz que música.