jueves, 13 de agosto de 2015
En riesgo vital general chileno condenado por crímenes tras dispararse

Santiago de Chile, 13 ago (EFE).- El general retirado del Ejército chileno Hernán Ramírez Rurange permanece en riesgo vital en el Hospital Militar de Santiago tras dispararse un balazo en la cabeza durante la madrugada de este jueves, informaron fuentes policiales.
Según las fuentes, el oficial, de 76 años, estaba junto a su esposa en su domicilio del sector santiaguino de Las Condes pasadas las 01.00 de la madrugada (04.00 GMT) cuando salió del departamento y se dirigió hasta la escalera del edificio, donde se donde se disparó con un revólver calibre 32.
Ramírez Rurange fue uno de los 14 militares, tres de ellos uruguayos, condenados el pasado martes por la Corte Suprema de Chile por su responsabilidad en el secuestro y homicidio de Eugenio Berríos, un químico y agente de la policía secreta de la dictadura, ocurrido en los años 90.
El general Ramírez, exjefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), fue sentenciado a diez años y un día de prisión como autor del delito de secuestro y a otros diez años y un día por asociación ilícita, en tanto fue absuelto del delito de obstrucción a la Justicia.
En el hospital militar, donde la semana pasada murió el general Manuel Contreras, el máximo represor de la dictadura de Augusto Pinochet, condenado a más de 500 años de prisión por violaciones a los derechos humanos, sólo se informó que Ramírez Rurange se encuentra con riesgo vital.
Algunos medios electrónicos locales indicaron que el general habría fallecido a las 03.20 horas (06.20 GMT), pero la información no ha sido corroborada por las autoridades del nosocomio castrense.
En el domicilio de Ramírez, donde detectives de la Policía de Investigaciones (PDI) efectuaban diversos peritajes, también había hermetismo respecto de la salud del oficial.
Eugenio Berríos, a quien se señala como fabricante de gas sarín, con que la dictadura de Pinochet asesinó a varias personas, huyó a Uruguay en noviembre de 1991 para evitar declarar en el juicio abierto por el asesinato del excanciller Orlando Letelier, perpetrado en Washington en 1976.
Se instaló en Montevideo con el nombre falso de Tulio Orellana y fue visto por última vez en 1992, cuando se presentó en una comisaría para denunciar que estaba secuestrado.
Fue entregado a unos militares uruguayos y no se supo más de él, hasta que en abril de 1995 se descubrió su cadáver, que había sido enterrado en una playa, atado y con disparos en el cráneo.
Ramírez Rurange no es el primer militar chileno involucrado en crímenes de la dictadura que atenta contra su vida. El 28 de septiembre de 2013 se suicidó el general Odlanier Mena, exjefe de la Central Nacional de Informaciones (CNI), de un disparo en la cabeza.
Mena se mató cuando el gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014) ordenó el traslado de un grupo de oficiales condenados por violaciones a los derechos humanos desde la prisión militar «Cordillera», de Santiago, hasta el penal de «Punta Peuco», al norte de la capital chilena.