Por Carolina CAYAZZO

Consumidores más informados y más empoderados quieren saber qué contienen los alimentos que compran, cuánta grasa, cuánta azúcar, cuánto sodio, etc. El objetivo de muchos es cuidarse para mantener un buen estado de salud, otros luchan por combatir la obesidad, sobretodo la obesidad infantil.

El 26 de junio comenzará a regir en Chile la nueva Ley de Etiquetados y la polémica no se ha hecho esperar. El Subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows señala: “El etiquetado es una buena ayuda para identificar los nutrientes críticos y un mensaje a la industria para bajar esos niveles.”

La norma establece límites para el contenido de sodio, azúcar, calorías y grasas saturadas. Los productos que excedan esos límites deberán llevar un signo “pare” en color negro, que advierta que el alimento es “alto” en el nutriente que corresponda.

Para satisfacción de muchos consumidores, algunas empresas ya se han sumado a la iniciativa. Otras, en cambio, la resisten. La Presidenta de la Asociación de Supermercados, Susana Carey dijo: “Los comercializadores no cuentan con la información detallada de un producto como para aplicarle un adhesivo transitorio”.

La ley también prohíbe utilizar “ganchos” comerciales dirigidos a menores de 14 años. Mientras el debate continúa, la advertencia de la Organización Mundial de la Salud es alarmante, Chile lidera la obesidad en América Latina, que afecta al 25 % de la población mayor de 18 años.