miércoles, 7 de octubre de 2015
Filtraciones revelan encubrimiento de Iglesia chilena en casos pederastia

Santiago de Chile, 7 oct (EFE).- La filtración de una carta enviada por el entonces arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, al expárroco Fernando Karadima, condenado por abusos sexuales por El Vaticano, reabrió hoy la polémica en Chile sobre la participación de la Iglesia chilena en el encubrimiento de casos de pederastia.
En la misiva, que fue publicada por el medio electrónico The Clinic, el exarzobispo expresa su satisfacción por el término de las investigaciones sobre las denuncias de abusos sexuales en contra de Karadima, un influyente sacerdote que cometió abusos contra cuatro feligreses entre 1981 y 1995.
«Agradezcámosle al Señor que hayan concluido las indagaciones del Fiscal don Xavier Armendáriz, que eran filtradas a la prensa por terceros, dañando el buen nombre de tantas personas», señala la carda firmada por Errázuriz y fechada el 18 de julio de 2010.
Con estas palabras, el entonces arzobispo se refería a la decisión de Armendáriz de declararse incompetente en la investigación debido a que los hechos investigados eran previos a junio de 2005, fecha en la que había entrado en vigencia el nuevo Sistema Procesal Penal.
Asimismo, Errázuriz manifiesta su satisfacción con la decisión de Karadima de retirarse de la Iglesia del El Bosque, donde ejercía como titular, mientras durara el proceso judicial que estaba impulsando la Santa Sede.
La carta sale a la luz un mes después de que otras filtraciones evidenciaran las maniobras de Errázuriz y el arzobispo emérito y cardenal Ricardo Ezzati para impedir que una víctima y denunciante de abusos sexuales por parte de Karadima formara parte de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores.
Asimismo, la filtración también ponía en evidencia la voluntad de ambos cardenales de paralizar la eventual designación, en 2014, del jesuita Felipe Berríos, un crítico con la jerarquía eclesiástica, como capellán de La Moneda, la sede presidencial del país austral.
Otras filtraciones también firmadas por Errázuriz ponían de relieve el respaldo que el exarzobispo dio a Karadima, a quien dio instrucciones sobre cómo afrontar la graves acusaciones por abusos sexuales.
Karadima, un párroco con gran influencia en algunos sectores políticos conservadores y durante décadas titular de la parroquia de El Bosque en el acomodado sector santiaguino de Las Condes, fue considerado en febrero de 2011 por el Vaticano culpable de abusos sexuales y condenado a una vida de oración y penitencia.
En noviembre del mismo año, la Justicia chilena determinó que el religioso cometió abusos contra cuatro feligreses entre 1981 y 1995, cuando tres de ellos eran menores, aunque consideró que los delitos habían prescrito.