San Juan, 2 dic (EFE).- Christian Leiva, hijo del marino chileno Luis Leiva Aliaga, desaparecido el pasado 26 de noviembre al norte de Puerto Rico tras caer por la borda, asegura que su padre, cuyo cadáver se identificó hoy, fue asesinado en el carguero en el que atravesaba el Atlántico.
«Creo que asesinaron a mi padre», señaló hoy en declaraciones a Efe Leiva en San Juan, donde la Policía de Puerto Rico confirmó este miércoles que el cadáver encontrado por la Guardia Costera de EE.UU. en aguas internacionales al norte de Puerto Rico se corresponde con el de su padre.
Leiva asegura que no le merece confianza la versión dada de que su padre cayó por la borda, entre otros motivos porque su progenitor era el jefe de máquinas del barco, un cargo que hace inusual su presencia en cubierta.
El hijo del desaparecido resaltó que «lo más increíble del caso» es que la versión de que cayó por la borda fue dada por personal del barco -de armador chileno- a través de un mensaje de radio, pero que ninguna autoridad, estadounidense, puertorriqueña o cualquier otra, ha investigado el caso.
«El barco sigue navegando por el mar», apuntó, tras señalar que sus sospechas se basan en una conversación que mantuvo con su padre el pasado martes 24 de noviembre, dos días antes de que se informara de la desaparición del ingeniero de máquinas.
«Mi padre me comentó en esa conversación que había tenido problemas, tanto de tipo técnico como personales, aunque no pudo darme más detalles debido a la cercanía de otras personas», indicó, tras recordar que su procreador era una persona experimentada, con tres décadas en esa profesión.
Dijo que durante la conversación su padre dio la impresión de que estaba muy preocupado, además de matizar que su progenitor le dijo que «quería abandonar el barco, pero que el armador le estaba poniendo problemas».
«Nadie ha interrogado a la tripulación del barco», lamentó Leiva, quien subrayó que además el armador ha tenido «el feo detalle» de no hacerse cargo del pago de su estancia en un hotel de la isla.
«Se limitaron a enviarme los pasajes de avión», dijo, tras mostrar su inquietud por no disponer de efectivo para afrontar los gastos del día a día, lo que le ha llevado a no tener «ni para comer».
Leiva no sabe qué va a pasar ahora, ni a qué puerto se dirige el barco en el que viajaba su padre, pero que la realidad es que el armador y responsables de la embarcación siguen su ruta sin haber dado una versión clara de lo que pasó el 24 de noviembre, el último día en que tuvo noticias de él.
El agente Rafael Ortiz, de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales de la Policía de Puerto Rico, confirmó hoy a Efe que el cadáver hallado por la Guardia Costera se corresponde con el del marino chileno.
Ortiz señaló que el Instituto de Ciencias Forenses confirmó el dato, tras recibir las huellas dactilares y placas dentales enviadas desde Chile. Aún se está a la espera de los resultados de la autopsia.
El agente matizó que no puede adelantarse información sobre el caso por estar en curso, pero que por haberse registrado el suceso en aguas internacionales se espera la colaboración de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).
Ortiz no quiso desvelar datos de la investigación, aunque matizó que lo primero que habrá que conocerse es dónde se encuentra actualmente el barco.
Tampoco aportó información sobre si alguna persona de la tripulación fue interrogada para contar con detalles sobre el incidente.
El hijo del fallecido dijo que cuenta con el apoyo del Consulado de Chile en Puerto Rico, cuyos responsables se han ofrecido a colaborar para realizar las gestiones del cadáver.
Leiva, de 62 años y miembro de la tripulación de la embarcación chilena Berkay N -de 252 pies (77 metros) de eslora y en ruta desde Gibraltar a Cuba-, fue visto por última vez en la cocina de la embarcación sobre las 23.00 hora local del miércoles 25 de noviembre.
La alerta de su desaparición se registró a las 04.00 hora local (08.00 GMT) del jueves 26, cuando no se reincorporó a su puesto y cerca de una hora después se informó por radio de la desaparición de responsable de máquinas de la embarcación.