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Discurso de Gabriel Boric
Santiago de Chile, 18 ago (EFE).- La Corte de Apelaciones de Santiago rechazó hoy un recurso de amparo presentado por el excapitán del ejército Pedro Fernández Dittus, que comandaba la patrulla que quemó vivos a dos jóvenes en 1986, informaron fuentes judiciales.
El exoficial buscaba con el recurso (hábeas corpus) anular su nuevo procesamiento, como autor del delito de homicidio.
El fallo, de la IV Sala del tribunal de alzada, desestimó la acción cautelar por considerar, que tanto el procesamiento como la orden de prisión preventiva dictados por el ministro en visita Mario Carroza, se encuentran ajustados a derecho.
El recurso que había presentado el abogado del exoficial buscaba anular el procesamiento sobre la base de que Fernández Dittus ya había cumplido una condena anterior por cuasidelito de homicidio (no intencional) en una indagatoria de la justicia militar.
Su abogado defensor, Enrique Ibarra, adujo, en unas declaraciones a medios locales que no era posible condenar dos veces a una personas por los mismos hechos, motivo por el cual, a su parecer, el procesamiento que hace dos semanas hizo el ministro Mario Carroza «debería ser anulado».
La resolución considera que en esta etapa procesal no corresponde alegar la eventual aplicación de la «cosa juzgada» como pretendía la defensa de Fernández Dittus.
El fallo respaldaría el argumento del abogado Héctor Salazar, que representa a Carmen Gloria Quintana, superviviente del caso, quien argumentó que hubo «una cosa juzgada fraudulenta», que quedó en evidencia con los nuevos antecedentes que dieron pie a la reapertura de la causa.
«Nadie se puede aprovechar de su propio dolo. Fernández Dittus no se puede aprovechar de cómo logró obtener fraudulentamente una sentencia muy benigna para él y escudarse en ese instrumento para hoy evadir nuevamente la justicia», recalcó el abogado querellante.
Carmen Gloria Quintana y el fotógrafo Rodrigo Rojas fueron detenidos en 1986 por una patrulla militar y rociados con gasolina y prendidos fuego para luego llevarlos a las afueras de la ciudad, donde fueron arrojados a una zanja junto a un camino rural del que lograron salir unas horas más tarde y pedir ayuda.
Rojas falleció 96 horas después.