Y Chile ganó su primer Oscar. Y Argentina, de algún modo, también lo hizo suyo. Sebastián Lelio, director y guionista nació en Mendoza, tierra de vinos pegada a los Andes. También su padre es argentino pero, al César lo que es del César, hijo de chilena, el realizador vive desde los dos años en Chile y la producción del filme es de su país de adopción. «El insulto» (Líbano), «Sin amor» (Rusia), «La herida» (Sudáfrica) o «The square» (Suecia) se quedaron a un paso de acariciar la estatuilla pero… no pudo ser.

«Esto es un regalo maravilloso. Gracias a la Academia y gracias a mis amigos productores Juan de Dios, Pablo Larraín, al elenco de la película, y en especial a Francisco Reyes y a la inspiración Daniela Vega», arrancó Lelio al agradecer el galardón en el Dolby Theatre de Los Ángeles.

«Esta película -recordó el multifacético cineasta- se hizo por amigos y artistas. Comparto esto con ustedes y quiero agradecerles. Y a mi esposa Virginia, te adoro. Muchísimas gracias».

Con este premio Chile se incorpora a la lista de países iberoamericanos (se incluye España) que pueden presumir de haber recibido esa figurilla a una secretaria le recordaba a su tío Oscar.