viernes, 19 de julio de 2013
La derecha chilena quiere otra mujer para enfrentar a Bachelet

evelyn-mattheiSantiago de Chile. Por Libio PÉREZ

La derecha chilena se ha quedado sin candidato presidencial. El miércoles por la tarde Pablo Longueira, que hacía solo tres semanas había vencido en las primarias oficialistas, renunció a su postulación a través de un comunicado leído por su hijo mayor, quien develó que el ex senador y ministro sufre una profunda depresión.

Desde entonces se han sucedido los contactos y reuniones en el gobierno de Sebastián Piñera y en los dos partidos que le dan sustento, en la búsqueda de un nuevo postulante presidencial que sea capaz de levantar una campaña competitiva para el 17 de noviembre próximo.

La renuncia de Longueira, fundador de la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente (UDI) y que creció al alero de la dictadura militar del general Augusto Pinochet, sorprendió a todo el espectro político. Su candidatura había emergido hace poco menos de tres meses, cuando la UDI decidió desbancar a Laurence Golborne, postulante a La Moneda que se había arropado con la fama que logró en el 2010 cuando lideró el rescate de 33 mineros sepultados en el socavón de una mina. Golborne no pudo entusiasmar al electorado derechista y estaba perdiendo la carrera por la nominación frente al ex ministro y ex senador Andrés Allamand, fundador de Renovación Nacional (RN), partido al que también pertenece Piñera.

Instalado como candidato de la UDI, Longueira, en 60 días y contra todo pronóstico, alcanzó y venció a Allamand por una estrecha porción de votos, el pasado 30 de junio. El esfuerzo de la campaña express le pasó la cuenta y desde hace una semana entró en una “depresión reactiva”, que lo inhabilitó para seguir en carrera.

La ley electoral establece que si el candidato presidencial electo en las primarias legales queda inhabilitado, los partidos del pacto quedan en libres de la obligación “vinculante” y pueden nominar a otro, ya sea por acuerdo del pacto o cada partido por separado. 24 horas después de la bajada de Longueira el pacto oficialista se debate en el dilema de llevar a uno o dos candidatos en noviembre, cuando enfrentarán a la favorita en la carrera, la socialista Michelle Bachelet.

Por lo pronto, a las pocas horas de la renuncia del candidato oficialista, el presidente Piñera realizaba esfuerzos por mantener la unidad de sus partidos y abogaba por un postulante único a sucederlo en el cargo. Sin embargo sorprendió cuando marcó su ficha: “Evelyn Matthei parece razonable (…) es una mujer con pasión, con fuerza, por lo que sería una gran candidata”. Junto con proclamar a su actual ministra del Trabajo, el gobernante puso una lápida a Golborne y Allamand. “Es difícil revivir candidaturas”, dijo en relación al primero, y ñadió respecto al segundo que “sin duda tiene la oportunidad de volver a ser candidato, es una muy buena opción. Pero él representaba a RN y Longueira a la UDI por lo que cada partido querrá hacer valer  su opción”.

Evelyn Matthei es una economista que militó en Renovación Nacional hasta la década de los 90, cuando decidió partir a la UDI luego de un caso de espionaje de llamados telefónicos que le afectó a ella, a Allamand y Piñera. Es hija del ex miembro de la Junta Militar, general Fernando Matthei, quien hace una semana fue llamado a declarar por la muerte por torturas en 1974 del general Alberto Bachelet, padre de la candidata presidencial Michelle Bachelet.