Santiago de Chile, 4 ago (EFE).- La chilena Margot Loyola, folclorista, investigadora musical y compositora, murió la noche de este lunes en Santiago, a sus 96 años, y hoy es recordada por todo un país que la vio nacer de la mano de una guitarra y componer la tradición popular chilena a través de su música.
Fueron más de 80 años de trayectoria, en su país y en el extranjero, en donde la cantautora logró influir, difundir y recopilar los cánticos más característicos de la llamada Nueva Canción Chilena y, por todo esto, es que en 1994 recibió el premio nacional de Artes Musicales.
Uno de los momentos más significativos de la carrera musical de Loyola fue cuando en una de sus presentaciones en la capital chilena conoce a Violeta Parra.
Es una de las anécdotas más recordadas por la folclorista, quien le preguntó en ese momento a Parra de dónde había aprendido sus canciones, a lo que ella le responde enojada «cómo que adónde la aprendí, si esta tonada es mía».
Con el pasar de los años las dos folcloristas se hicieron amigas, pues la tradición, la música y la memoria las unió hasta el fallecimiento de la popular cantora de «Gracias a la vida» y «Volver a los 17», en febrero de 1967.
Juntas constituyen parte fundamental del cancionero folclórico de Chile, y aunque tuvieron varias diferencias políticas, por el arraigado y efervescente comunismo de Parra, ambas lograron formar a generaciones asentando la cultura popular y campesina como pilar esencial de la música chilena.
El legado cultural musical de Loyola se hizo presente por décadas, y aún seguía vivo en las enseñanzas de la folclorista, que por años hizo clases en las universidades de Chile y Católica de Valparaíso (PUCV), y que luego igualmente seguía recibiendo alumnos en su propia casa.
Desde 1972 se desempeñó como académica de la PUCV, recibiendo en 1998 el título de Profesora Emérita, y con el objetivo de investigar, conservar y difundir su legado, es que la universidad decidió crear el Fondo de Investigación y Documentación de Música Tradicional Chilena Margot Loyola Palacios.
La chilena, quien a los 10 años empezó a componer, publicó catorce discos, seis casetes, siete discos compactos, algunos grabados en su país y otros en Francia, España, Argentina, Rumanía y la Unión Soviética, además.
Loyola escribió varios libros de investigación acerca de las tradiciones populares y entre sus publicaciones destacan Bailes de tierra (1980), El cachimbo (1994), La tonada: Testimonios para el futuro (2006), La cueca: Danza de la vida y de la muerte (2010), y el más reciente, 50 danzas tradicionales y populares en Chile, editado en 2014.
Durante la jornada se realizó un homenaje a Margot Loyola en la sede de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD), y posteriormente por decisión expresa de la presidenta Michelle Bachelet, quien conoció personalmente a la cantautora, sus restos son velados en el Centro Cultural Palacio La Moneda.
«Anoche partió una de las folcloristas más destacadas de nuestro país. Premio nacional de Arte, cantora de nuestra cultura, eternamente sonriente y sencilla», destacó la mandataria a los periodistas.