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Discurso de Gabriel Boric
Camila Vera Soto
Santiago de Chile, 7 oct (EFE).- Un espectáculo de calidad vocal e instrumental marcó esta noche el regreso a Santiago de los británicos Blur, que deslumbraron al público chileno con la sencillez y la madurez tanto de sus temas clásicos como de los éxitos más recientes del álbum «The magic whip».
«Go out», la canción insigne que también ha sido parte de otros shows en su gira promocional, fue la escogida para abrir el concierto en un recinto que comenzaba a llenarse justo en ese momento.
El cuarteto capitaneado por el incombustible Damon Albarn siguió su espectáculo con «There’s no other way», incluida en su disco debut «Leisure», y con «Lonesome Street», del más reciente trabajo, que fue lanzado hace sólo seis meses.
La consolidación de los británicos se vio reflejada en la interpretación de «Badhead», con un elaborado espectáculo que incluyó a un saxofonista y a otros tres trompetistas en escena, además de Albarn (vocalista), Graham Coxon (guitarrista), Alex James (bajista) y Dave Rowntree (baterista).
La euforia del primer encuentro de los británicos con Chile en 2013 parecía haber quedado atrás, pero «Coffe & tv» logró encender los ánimos de las más de 10.000 personas que llegaron hasta el Movistar Arena para disfrutar de un explosivo episodio de «brit pop».
En total, fueron sólo cinco las canciones versionadas por Blur de su último trabajo «The magic whip», un disco que comenzó a fraguarse en 2013 en Hong Kong y que constituye el primer trabajo en 16 años con la plana original, ya que el anterior, «Think thank» (2003), no contó con la participación del guitarrista Graxam Coxon.
Si la visita de Blur a Chile hace menos de dos años sirvió para saldar una histórica deuda con sus fanáticos, la trascendencia de este nuevo espectáculo bordea la experiencia musical del cuarteto y demuestra, quizás, el mejor momento de los reyes del «brit pop» en la escena internacional.
En el espectáculo también estuvieron presentes cuatro coristas que acompañaron al cuarteto en casi todo el concierto y que destacaron en la interpretación de la infaltable «Tender», con la on la que el público, más calmo, pudo atestiguar un cálido reencuentro.
«Parklife», su tercer álbum publicado en abril de 1994, se encargó de traer de vuelta a Blur a la prominencia en el Reino Unido y esta noche también de volver eufóricos a los fanáticos en el espectáculo chileno con la canción que da título al álbum.
En ese momento, a falta del histriónico actor Phil Daniels, quien interpreta el verdadero himno del movimiento «mod», Albarn se encargó de subir al escenario a unos diez fanáticos con quienes se tomó varias fotografías.
Como es de costumbre, Albarn corría de un lado para otro del escenario cantando «All the people so many people», mientras el publico intentaba a duras penas seguir el paso al acelerado cantante.
Sin duda, «Song 2» fue la canción más bailada y esperada de la noche, pero antes de comenzar a tocarla Albarn prefirió dejar expectantes a los miles de chilenos para ir detrás del escenario, mientras James encendía ya su tercer o cuarto cigarrillo de la noche.
«Woo hooo!» le gritaba el público para que el cantante saliera, hasta que llegó corriendo para interpretar la electrizante tonada convertida en icono del rock de los noventa, que surgió como una burlona respuesta del «brit pop» al «grounge» estadounidense.
La banda interpretó esta noche al menos una docena de canciones iguales que en su primer concierto en Chile, en julio de 2013.
Pero esta vez se dio el lujo de terminar y volver para sorprender con tres éxitos más, «Stereotypes», «Girls & Boys» y»The Universal», el tema con el cerraron un show más cálido, calmo y consolidado.