jueves, 8 de octubre de 2015
Medidas para combatir corrupción en China desaceleran economía, dice experto

Júlia Talarn Rabascall
Santiago de Chile, 8 oct (EFE).- Las medidas adoptadas por el Gobierno chino para luchar contra la corrupción están provocando indirectamente la desaceleración del crecimiento del «gigante asiático», según afirmó hoy el economista y asesor del Banco Central de China, David Daokui Li.
«El Gobierno de China ha iniciado muchas campañas anticorrupción y eso ha hecho que los funcionarios locales actúen con mucha precaución y no promuevan nuevas inversiones», explicó el experto en una entrevista con Efe en la que desveló algunas de las claves del futuro económico y político de esta potencia mundial.
Los llamados de la sociedad del país oriental a apostar por un «crecimiento económico y unas políticas limpias», libres de corrupción y controversias, han empujado a los dirigentes políticos a impulsar medidas anticorrupción y a ser «mucho menos agresivos con las inversiones».
Ello, ha provocado la ralentización del crecimiento económico chino que, a pesar de ser real, según Li, no concuerda con las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé que la expansión económica del país se desacelere a un 6,8 % este año y se debilite aún más en 2016.
«Yo creo que el año que viene tendremos un PIB más elevado que el que ha vaticinado el FMI. Estimo que será cercano al 6,6 o 6,8 por ciento en 2016, mientras que este año se situará alrededor del 7 %», sostuvo el profesor del Instituto Harvard para el desarrollo internacional.
De ahí que Li, que visitó Chile para dictar la conferencia «China 2015: Luces y Sombras de su Economía», organizada por el Banco de Chile y Banchile Inversiones, esté convencido de que su país seguirá manteniendo el título de «gigante asiático» gracias, en parte, a su independencia económica.
«China es una economía muy grande, que no depende del mercado internacional para crecer rápido. Creo que ahora el mercado doméstico puede ayudar a la economía a continuar expandiéndose», apuntó.
El aumento de la población India, que según las Naciones Unidas sobrepasará el número de habitantes de China en 2022, tampoco asusta al asesor del Banco Central de China quien recalca que la clave del modelo chino está en la «fortaleza de su gobierno».
«El Gobierno indio es débil y lento a la hora de invertir y de promocionar la industrialización, su crecimiento va a seguir siendo relativamente bajo comparado con el chino», manifestó.
Los cambios estructurales que está viviendo la economía de China son los culpables, según Li, de que los datos sean tan confusos de digerir para los expertos internacionales, que en múltiples ocasiones han denunciado que el gigante amarillo es una «gran caja negra», económicamente hablando.
Sin embargo, las nuevas reformas que está impulsando el gobierno correrán el tupido velo que oscurece el entendimiento de la economía china y multiplican la agitación internacional ante la desaceleración, explicó Li.
«Esta reforma general que se llevará a cabo a partir de ahora hasta 2030 convertirá el sistema en más transparente, más estable y más fácil de entender para los extranjeros», agregó.
Esta mayor apertura irá de la mano de la progresiva implementación de un estado del bienestar en el que se reducirán «las desigualdades sociales» y se ampliarán las oportunidades de los trabajadores.
En ese contexto, el «socialismo con características chinas» o la «economía de mercado socialista» que practica la República Popular de la China se substituirá por un «mercado moderno y eficiente» y acabará la dicotomía entre el sistema político unipartidario y la diversidad económica.
«Yo diría que este modelo dual de partidos comunistas que controlan la política y un mercado liberal será gradualmente reformado y convergerá en algo que aún no sabemos pero que podría ser parecido al modelo de Singapur, un gran referente para China», declaró.