miércoles, 12 de agosto de 2015
Nuera de Bachelet declara por segunda vez en Chile por tráfico de influencias

Santiago de Chile, 12 ago (EFE).- Natalia Compagnon, nuera de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, declaró hoy por segunda vez como imputada frente al fiscal regional Luis Toledo, en el marco de la investigación que lleva adelante por tráfico de influencias y uso de información privilegiada en el negocio inmobiliario del denominado caso Caval.
Compagnon, esposa de Sebastián Dávalos Bachelet y dueña del 50 % de la empresa Caval, se le investigan los posibles delitos de negociación incompatible, enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias en la compra de los terrenos en la localidad de Machalí.
La nuera de la Presidenta Michelle Bachelet ingresó a la fiscalía de Rancagua por un subterráneo, el cual se encontraba con resguardo policial, para evitar que ésta fuera agredida, como sucedió la última vez que declaró, en abril pasado.
Al finalizar la declaración, Compagnon se retiró por el mismo lugar sin hacer declaraciones a la prensa.
En su primer testimonio frente al ministerio Público, Compagnon contó cómo se originó el polémico negocio inmobiliario y las juntas de negocios que se sucedieron antes, durante e incluso después de que la empresa Caval sellara la compra de los terrenos de Machalí.
También, la nuera de la presidenta reveló que la mitad de la ganancia del negocio iba a manos de Patricio Cordero y Juan Díaz, dos conocidos dirigentes del conservador partido de la Unión Demócrata Independiente (UDI).
Los hechos que están en la mira del ministerio público salieron a la luz en febrero pasado, cuando el semanario Qué Pasa reveló que el Banco de Chile, entidad controlada por el grupo Luksic, entregó de forma inédita en 2013 un crédito de 6.500 millones de pesos (unos 10,4 millones de dólares) a la empresa Caval, para comprar unos terrenos en la región sureña de O’Higgins.
Sebastián Dávalos participaba de la empresa Caval como jefe de proyectos y así concurrió junto a Compagnon a una reunión con el propio Andróniko Luksic, dueño del Banco de Chile, para concretar el préstamo millonario.
El préstamo ha desatado uno de los peores escándalos políticos conocidos en Chile y su repercusión ha golpeado duramente la popularidad de Bachelet, mientras Dávalos debió renunciar a su cargo de director sociocultural del gobierno.