Santiago de Chile, 11 ene (EFE).- El presidente de la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente (UDI) de Chile, Hernán Larraín, valoró hoy la renuncia a la militancia del partido del senador Jaime Orpis, que reconoció haber recibido financiación ilegal de una pesquera y haber malversado fondos públicos.
«Queremos manifestar que valoramos el gesto humano y político que hace el senador Jaime Orpis al dar este paso, fundamentalmente porque quiere evitar los efectos que sus actuaciones personales le pueden representar a la UDI, que ha sido el proyecto político de su vida», dijo Larraín en rueda de prensa.
Orpis anunció este domingo su renuncia a la UDI después de admitir el viernes pasado el uso indebido de fondos públicos ante la fiscal que investiga el caso Corpesca, la empresa pesquera que financió de forma irregular al senador.
El parlamentario está acusado de fraude al fisco, cohecho, facilitación de boletas falsas y lavado de activos, y corre el riesgo de ser desaforado y perder su escaño en el Senado.
Orpis admitió en la fiscalía haber destinado unos 180 millones de pesos (unos 246.000 dólares) de las asignaciones parlamentarias para financiar sus campañas electorales.
También reconoció el uso de boletas falsas, pero rechazó el delito de cohecho y negó haber beneficiado a Corpesca en la votación de proyectos de ley relacionados con la industria pesquera.
El presidente de la UDI explicó hoy que Orpis le presentó la renuncia al partido en marzo pasado, aunque él le pidió que lo reconsiderara apelando a la presunción de inocencia, situación que cambió tras la declaración del viernes pasado.
«Mucho más allá de las irregularidades que ha cometido, que han sido cuestiones dentro del ámbito personal, siempre se ha destacado en su vida política y profesional por dedicarnos integra y únicamente al servicio público, con una abnegación y entrega que es reconocida», sostuvo Larraín.
El presidente de la formación conservadora no quiso establecer ningún paralelismo entre la decisión de Orpis y la de Jovino Novoa, el fundador de la UDI, que recientemente fue condenado por delitos tributarios pero sigue siendo militante del partido.
«Pienso que las renuncias son gestos personales que no se piden, porque si alguien le pide a otros que renuncie lo pone en una situación difícil a la cual nadie tiene derecho», argumentó.