domingo, 20 de diciembre de 2015
Ricardo Lagos afirma que una nueva carrera presidencial no le quita el sueño

Santiago de Chile, 20 dic (EFE).- El expresidente de Chile Ricardo Lagos afirmó una nueva carrera a La Moneda no le quita el sueño, y consideró «de mal gusto» adelantar candidaturas cuando la presidenta Michelle Bachelet está recién en la mitad de su mandato.
«Me parece hasta de mal gusto hablar de eso, porque la presidenta está en la mitad de su período», afirmó el exmandatario (2000-2006) en una entrevista con el diario El Mercurio de Valparaíso.
«Esas cosas deben irse decantando. No es un tema que me quite el sueño, para serle franco (…). Cuando llegue el momento voy a decir lo que pienso. Punto», afirmó el político, que figura en la mayoría de las encuestas entre los más mencionados como posibles candidatos en las presidenciales de fines del 2017.
En cuanto a si su edad no sería un obstáculo para ejercer nuevamente la presidencia, el dirigente, de 77 años señaló que «uno tiene que medir lo que son sus fuerzas», pero dijo haber revisado as biografías de varios gobernantes exitosos a edades avanzadas.
«Me han mandado las biografías de (Helmut) Kohl, (Konrad) Adenauer y (Georges) Clemenceau. Este último llegó a ser primer ministro a los 76 años y para el Tratado de Versalles (1919), su momento de gloria, tenía como 80», precisó.
«Mi madre murió con 108 años», recordó además Ricardo Lagos, que además expresó deseo de que Michelle Bachelet «ojalá pueda salir de ésta», en alusión a la baja popularidad que afecta a la mandataria, en el marco de la crisis de confianza política que atraviesa Chile.
La mandataria, según los analistas, paga el precio de las reformas tributaria, educativa, laboral y constitucional que ha impulsado su gobierno y ha sido salpicada, además, por un caso de corrupción en el que está implicado su hijo Sebastián Dávalos, que es investigado por la Justicia.
Dávalos es indagado por eventuales delitos de uso de información privilegiada y tráfico de influencias, en el marco de un millonario negocio inmobiliario realizado por una empresa de la que su esposa es socia.
A lo anterior se suman las investigaciones sobre la financiación ilegal de campañas políticas desde grandes empresas y los carteles para la concertación de precios en los mercados farmacéuticos, de pollos y papel tisú, que han desatado la desconfianza de la gente en las elites políticas y económicas.
Para Lagos, la recuperación de la confianza ciudadana de parte de los partidos e instituciones políticas «no es un problema de dos años, sino de muchos más».
«Todos los que estamos en la actividad pública estamos bajo el manto de la desconfianza absoluta de la ciudadanía. Soy crítico porque los dirigentes, quienes están enfrascados en la pelea, no se dan cuenta de que la ciudadanía no los respeta como antes», subrayó.
«Este es un país en condiciones de poder pensar de forma civilizada, pero ha sido un año de miedo en materia de líos, corrupción, platas políticas, la Iglesia, el fútbol, la colusión y cosas de esa envergadura. Y eso a la gente no le gusta», concluyó.