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Discurso de Gabriel Boric
Guadalajara (México), 2 dic (EFE).- El poeta chileno Raúl Zurita afirmó hoy que la narrativa del mexicano Juan Rulfo es «una constelación» que ha marcado a los escritores de su país por varias generaciones.
En una mesa de diálogo para celebrar los 25 años de participación del país andino en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, en el oeste de México, Zurita dijo que la breve obra de Rulfo lo trastorna hasta el día de hoy, pues fue «un genio» que supo plasmar las obsesiones humanas.
«Creo que es uno de los más grandes de la lengua castellana, sus cuentos son increíbles», explicó el poeta, uno de los más influyentes de las letras chilenas.
Destacó que «Pedro Páramo», la novela rulfiana más célebre, es «el relato del infierno» que muestra que hay conflictos que son tan profundos «que la vida entera no basta, que tienes que seguir conversando».
Escritores como Rulfo, Octavio Paz o José Emilio Pacheco han sido fundamentales para el diálogo literario entre Chile y México, países que tienen mucho en común, aunque vivan realidades distintas, afirmó la poetisa chilena Verónica Zondek.
Prueba de ello, dijo, es la estrecha relación de amistad que tuvieron Rulfo y la narradora chilena María Luisa Bombal, que comparten en sus relatos atmósferas «cargadas de magia y soledad».
También la música ranchera de México dejó su impronta en el pueblo chileno con interpretes como Miguel Aceves Mejía, Lola Beltrán, el trío Los Panchos y José Alfredo Jiménez.
«En nuestras comunidades México era muy visible y hasta el día de hoy las radios están marcadas por la música mexicana», afirmó el poeta chileno de origen indígena mapuche Elicura Chihuailaf.
«Fue la música mexicana el sonido que miles de personas en Chile escucharon en su infancia: las rancheras y los corridos con letras increíbles y alucinantes», agregó Zurita, quien no dudó en cantar un fragmento de la canción «Ella», que hizo famosa José Alfredo Jiménez.
«Ella quiso quedarse, cuando vio mi tristeza, pero ya estaba escrito que aquella noche perdiera su amor. Esa frase me ha convulsionado siempre», dijo luego de recitar el fragmento de esa melodía como si fuera un verso.
Y es que a los chilenos y a los mexicanos los une el dolor, que se refleja en la música y la escritura de aquellos artistas chilenos que vivieron en medio de la dictadura.
«Las preocupaciones y obsesiones de nosotros son más o menos similares. Una vez que nos leemos (mexicanos y chilenos), no dejamos de hacerlo», dijo Zondek.
En 25 años de relación con la FIL mexicana, Chile ha sido dos veces el país invitado, en 1999 y en 2012, tiempo en el cual ha traído a escritores, músicos, artistas plásticos e intelectuales para continuar este diálogo con sus homólogos en México.
Hasta el 6 de diciembre la FIL mexicana reúne a más de 1.900 editoriales que exhibirán 400.000 títulos, así como más de 20.000 profesionales del libro provenientes de 38 países; se presentarán más de medio millar de libros y unos 650 autores dialogan con sus lectores.