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Discurso de Gabriel Boric
Santiago de Chile, 29 dic (EFE).- Al menos tres carabineros heridos dejó hoy un enfrentamiento entre fuerzas policiales y un grupo de encapuchados en La Araucanía, en el sur de Chile, región marcada por el llamado conflicto mapuche y donde hoy estuvo por primera vez en su segundo mandato la presidenta Michelle Bachelet.
Según la policía, la escaramuza se registró en la hacienda Centenario, que fue atacada por los encapuchados, los que intentaron robar al interior de la propiedad situada en la localidad de Ercilla, a unos 600 kilómetros de Santiago.
Los desconocidos huyeron en una camioneta hacia una comunidad cercana donde fueron cercados por personal de la fuerza policial.
El director de la Asociación de Víctimas de Violencia Rural de la Araucanía, Juan de Dios Fuentes, señaló a la televisión chilena que «Carabineros logró dar con el paradero del vehículo y al concurrir al lugar fueron recibidos por disparos».
El incidente dejó al menos tres funcionarios heridos con perdigones que fueron trasladados de urgencia a Temuco por vía aérea, para ser internados en el hospital de esa ciudad.
La comunidad de Ercilla, donde habitan distintos grupos de indígenas, muchos de ellos acusados de concretar atentados incendiarios en los últimos años, está emplazada en la zona que visitó este martes la presidenta Bachelet.
Las comunidades mapuches señalan que el Estado chileno «debe hacerse cargo del robo de tierras que han sufrido en las últimas décadas, y que les pertenece desde tiempos milenarios».
El conflicto indígena tiene su origen en la reclamación de algunas comunidades de tierras que consideran ancestrales, pero que están en manos de empresas agrícolas o forestales, y que ha derivado en hechos de violencia que en los últimos años han causado la muerte de varios comuneros, agricultores y policías.
Además, varias decenas de mapuches han sido procesados y condenados por ataques incendiarios a propiedades agrícolas, maquinarias, camiones y bosques, además de robos, asaltos y otros delitos.
Los empresarios de la zona exigen al gobierno «mano dura» para combatir lo que consideran acciones terroristas, mientras grupos mapuches más radicales han ampliado su consigna básica a una recuperación del territorio que hasta avanzado el siglo XIX cobijaba a la «nación mapuche».
En ese marco, se han detectado bandas de delincuentes comunes que utilizan la situación para robar madera, ganado y otros bienes.