viernes, 11 de septiembre de 2015
Caro y Cuervo lleva la corrección ortográfica a los tatuajes en Colombia

Bogotá, 11 sep (EFE).- El Instituto Caro y Cuervo, dedicado al estudio de la lengua castellana en Colombia, ha extendido a los tatuajes su defensa del buen uso del español con una campaña para corregir errores de ortografía en la piel.
Con el nombre «#Caroycuervoink» la campaña fue lanzada en redes sociales hace varias semanas para estimular a todos aquellos que tuvieran tatuajes con errores de escritura a presentarse en la sede del Instituto, en el centro de Bogotá, donde un especialista en el manejo de la tinta y la aguja corrigió de manera gratuita las faltas ortográficas.
La jornada de corrección de tatuajes se llevó a cabo esta semana en el marco del IV Festival de la Palabra, que concluye hoy, y estuvo a cargo de Carlos Eduardo Herrera, tatuador con casi 30 años de experiencia.
Todo con el fin de fomentar el buen uso del idioma porque se dan muchos casos de tatuajes con errores de ortografía, lo que además ha permitido acercar a la gente al mundo de la academia, según el Instituto.
La campaña tuvo mayor éxito entre el público joven, que es el que más se tatúa, dijo a Efe la directora ejecutiva de la Asociación de Amigos del Instituto Caro y Cuervo, María Paula Alzate.
«Nos ha dejado el buen uso del nombre del Instituto Caro y Cuervo, la reflexión de qué significa el español y por qué debemos respetarlo como tal», manifestó Alzate.
Herrera afirmó que los errores ortográficos cometidos en un tatuaje son responsabilidad del tatuador y del cliente, pero gracias a campañas como la del Caro y Cuervo «se promueve que tanto el artista como las personas que se hagan un texto tengan la prudencia de estudiarlo con anticipación».
El proceso de corrección ortográfica de tatuajes puede ser tan doloroso como llevar en la piel una frase mal escrita, sin entonación o puntuación, y por eso el Caro y Cuervo se ideó esta campaña «que aterriza todas las polémicas del lenguaje y la redacción» afirmó Alzate.
Entre los errores ortográficos que Herrera tuvo que arreglar estaban palabras como «Imaginacion», «segidme» y «sonrrisa».
«Fue una forma de acercar la población joven al buen manejo del idioma», dijo Alejandro León, uno de los que se sometió a la corrección.
El Instituto Caro y Cuervo fue creado en 1942 con el propósito de cultivar la investigación científica en el campo de la lingüística, la literatura y la historia colombiana, entre otros.