Bogotá, 10 sep (EFE).- La Unidad Nacional de Protección (UNP), entidad colombiana encargada de proteger a personas amenazadas en el país, ha reforzado los esquemas de protección de varios candidatos del partido de izquierdas Unión Patriótica después de que ayer uno de sus aspirantes a alcalde saliese ileso de un ataque a tiros.
«A partir de lo que sucedió ayer y teniendo en cuenta también otras solicitudes que ha venido haciendo el partido ya se tomaron por parte de la UNP medidas para reforzar algunos esquemas, incluyendo el del candidato que fue objeto del atentado», dijo a Efe el director de la entidad, Diego Mora.
Según Mora, se trata de «tres o cuatro esquemas» que serán reforzados a petición del partido y tras un estudio de seguridad con la adición de un escolta o un vehículo blindado, según se considere pertinente.
La acción de la UNP llega después de que el ministro de Interior de Colombia, Juan Fernando Cristo, ordenase hoy reforzar las medidas de protección de todos los candidatos de oposición tras el ataque contra Hugo Sánchez, aspirante a la Alcaldía de Palmitos, en el departamento de Sucre (norte) en las elecciones del 25 de octubre.
Sánchez, que tenía un escolta asignado, fue atacado por desconocidos que le dispararon ocho veces y dos de los tiros impactaron en su pecho.
El candidato se salvó porque portaba un chaleco antibalas, una de las medidas que otorga la UNP a los miles de políticos amenazados en Colombia.
La presidenta de la UP, Aída Avella, responsabilizó del ataque a presuntos paramilitares y dijo que no pediría investigaciones «exhaustivas» sobre lo ocurrido porque eso, aseguró, «no existe en Colombia».
Tras estas declaraciones, Cristo citó para el próximo martes a Avella y las autoridades competentes «para conocer la situación de amenazas contra candidatos avalados por este partido y reforzar las medidas de seguridad» que garanticen unas «elecciones tranquilas y seguras» el 25 de octubre.
La Unión Patriótica, creada en 1985, quedó prácticamente exterminada a principios de los noventa tras años de persecución paramilitar que acabaron con la vida de unos 5.000 militantes y simpatizantes, según cálculos de diversas fuentes.
La formación regresó a la política colombiana a mediados de 2013, cuando recuperó su registro jurídico, por lo que los comicios de octubre son las primeras elecciones locales en las que participan desde que volvieron a la actividad pública.