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Discurso de Gabriel Boric
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Medellín (Colombia), 17 sep (EFE).- El escritor colombiano Pablo Montoya, ganador de la XIX edición del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, ensalzó hoy la existencia de elementos poéticos dentro de las novelas narrativas, dos mundos tradicionalmente diferentes, pero capaces de convivir en la misma obra.
En el marco de la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, Montoya dijo en un coloquio que «la poesía es el motor supremo de la literatura», idea que ya expresó Gabriel García Márquez en su discurso «La soledad de América Latina», que enunció al recibir el Nobel en 1982.
El escritor, autor de la novela «Tríptico de la infamia», por la cual recibió el Rómulo Gallegos, que concede Venezuela, confesó que empezó en el mundo de literatura por medio de la poesía, «el género más exigente y difícil porque engaña e hipnotiza» a la persona que lo pone en práctica.
De hecho, Montoya ha escrito varias obras en verso entre las que destacan «Viajeros», «Trazos» y «Programa de mano», entre otras.
El poeta Juan Felipe Robledo, que acompañó a su compatriota en la charla, expuso las diferencias que hay en el imaginario colectivo sobre las supuestas diferencias entre líricos y narrativos.
«Hay una convicción de que el poeta está dominado por un halo, una fuerza, una voz que le rodea, mientras que el escritor se esfuerza con su sudor, su trabajo frente al escritorio para producir su novela», expresó.
Sin embargo, Montoya logró combinar ambas facetas en su novela «Lejos de Roma», en la que utiliza la figura del poeta clásico Ovidio para fundir ambos universos.
«La escritura de ‘Lejos de Roma’ me dio la opción de narrativa y poesía a la vez. Apoyarme en un poeta me dio la libertad de otorgarle a este libro un ámbito eminentemente poético», expresó.
Montoya lamentó que su generación desdeñe los elementos poéticos en sus obras, al estar «obnubilados por los reflectores del periodismo» que irradian figuras como García Márquez o Mario Vargas Llosa.
«Esa generación nuestra se alimentó un poco de esas premisas periodísticas, pero la manera en que se asumieron me parece sospechosa porque terminó erradicando de sí la poesía», espetó.
Frente a eso, Montoya escribió el ensayo «Voz poética y novela», que dio nombre al coloquio de hoy, en el que reivindica la belleza de las novelas escritas en clave poética porque «las hace más misteriosas e inquietantes ya que tocan esos territorios que son propios de la gran literatura», concluyó.