Bogotá, 14 nov (EFE).- Dos centenares de colombianos y franceses recordaron hoy en Bogotá con flores, velas y pancartas a las 129 personas que murieron y las más de 350 que resultaron heridas en los atentados yihadistas cometidos anoche en París.
«Pray for Paris», «#jesuisparis» o «París indignada, París rota, París martirizada» fueron algunos de los mensajes que portaban quienes se concentraron en la sede de la embajada de Francia en Bogotá, convertida en punto de encuentro.
El embajador francés en Colombia, Jean-Marc Laforêt, agradeció a la sociedad y al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, el apoyo recibido y pidió a los asistentes no ceder ante una «ideología» terrorista «oscurantista y totalitaria».
«Ellos (los terroristas) quieren imponer por terror el miedo, quieren dividir a la sociedad democrática, y la mejor respuesta es mantenernos unidos en torno a los valores de la democracia», afirmó el diplomático.
Los asistentes, algunos de ellos visiblemente emocionados, hicieron fila para firmar un libro de condolencias que inauguró Veronique Castello, francesa de origen colombiano que asegura haberse derrumbado cuando supo de los atentados en París.
«Uno vive con ese terror y temor de que le puede pasar a cualquier persona. Y tengo miedo de que eso pueda suceder otra vez porque no es la última vez que van a hacer esos atentados desafortunadamente», comentó a Efe.
Entre los asistentes destacaron los jóvenes, como Lucas Fuster, un estudiante francés de intercambio aún impactado por lo sucedido en una zona que, dice, frecuenta cuando sale de fiesta.
«Estábamos en el apartamento mirando el partido (de) Francia frente Alemania y en mi celular yo he visto como tiroteos en París, entonces hemos visto en la televisión e internet qué estaba pasando», recordó.
Mientras, las flores y mensajes se acumulaban en la verja de la embajada, donde Sébastien Leménager, que acudió acompañado de su esposa y dos hijas pequeñas, se emocionó al expresar lo que siente.
«Tristeza, rabia. Uno se pregunta hasta cuándo nuestros hermanos y hermanas tienen que morir por una causa que no es la nuestra», dijo este ciudadano francés, que calificó de «barbarie» lo ocurrido.
«Creo que todos los franceses estamos en guerra, el problema es contra quién», apostilló.
El acto, en el que se guardó un minuto de silencio, culminó con una emocionada entonación de La Marsellesa.