jueves, 20 de agosto de 2015
El artista Samudio reivindica la fuerza del grabado en exposición en Bogotá

Bogotá, 20 ago (EFE).- El artista colombiano Antonio Samudio reivindica la fuerza del grabado en una exposición con sus mejores obras elaboradas en esta técnica que se inauguró hoy en el Museo de Artes Visuales de la Universidad Jorge Tadeo de Bogotá, informó esa institución.
Los 160 grabados que recoge esta muestra fueron realizados con finos trazos en blanco y negro en diferentes técnicas que van desde la litografía hasta el aguafuerte, lo que para Samudio representa su terapia personal, según recoge un comunicado de la Universidad Jorge Tadeo.
Con 80 años de edad, el maestro bogotano quiere devolver al grabado, una de las formas de expresión artística más antiguas, el lugar que merece no solo por el abanico de técnicas que ofrece, sino también por su capacidad para reflejar las realidades sociales y políticas del momento.
«Encontró en el grabado otra forma de expresión bastante bonita, para él es un juego divertido y espontáneo, donde logra sentir la vida y sentirse a gusto», dijo en un comunicado su hija, Patricia Samudio, quien hace parte de la organización de la exposición.
El artista, considerado uno de los más grandes de la plástica colombiana, «fue encontrando en este (arte) una forma de hablar del entorno social, una forma de expresarse y quizás quejarse de lo que le duele», agregó su hija.
La exposición también incluye siete libros del grabador de diferentes temáticas.
Una de sus últimas publicaciones lleva por nombre «Libraco Porno» (2004), que va acompañado con el texto de varios poetas.
En paralelo a esta muestra, la vitalidad colorista de Samudio estará presente en los 50 óleos inéditos y recientes que se podrán disfrutar en otra exposición que tendrá lugar en la galería Alonso Garcés, ubicada también en la capital colombiana.
Samudio regresa a su país natal después de medio siglo de actividad ininterrumpida en los que ha paseado su arte por Chile, Perú, México, Estados Unidos y España, entre otros, pues como él mismo confiesa la pintura es el motor de su existencia.