Por Camilo GALVIS, para SudAméricaHoy

En las últimas semanas ha sucedido lo que hasta el momento era impensable, un acercamiento entre uno de los mayores críticos del proceso de paz en la Habana Cuba, el procurador Alejandro Ordóñez, y la guerrilla de las FARC.

El jefe negociador de este grupo guerrillero, Iván Márquez, le envió una carta al Procurador, fechada el 4 de junio, en donde lo convoca a “formar un solo cuerpo”, que permita ampliar el debate y la construcción del proceso de paz; hay que decir, que la invitación estuvo adornada por sendas críticas a Ordóñez y el supuesto silencio que ha mantenido sobre actuaciones, aparentemente irregulares de integrantes del Estado que afectan a los habitantes de las poblaciones más desprotegidas del país.

Como actor activo de este proceso, el Procurador, en una carta de seis páginas, fechada el 23 de junio, respondió a Márquez la invitación a ampliar el dialogo sobre las negociaciones de paz que se adelanta es la Isla y lanzó también sus dardos, no solo contra las

Juan Manuel Santos, presidente de Colombia

FARC, sino además contra el presidente Juan Manuel Santos.

“Resalto que usted me informe asuntos relevantes sobre lo que está pasando en el proceso, al igual que dejo claro los presupuestos y alcance de la negociación que se adelanta; respuesta que el presidente Juan Manuel Santos no da”, señala Ordóñez.

En el cruce de mensajes, las FARC piden que en la comisión de la verdad  que se plante para resarcir a las víctimas, se conozcan los nombres de militares, políticos, ganaderos, empresarios y demás personas que otorgaron ayuda constante a los grupos paramilitares y poder concederles a quienes han vivido el flagelo de la violencia en carne propia el derecho a la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición.

Sin embargo, en su respuesta el Procurador mantiene que “el país de llorar por los dos ojos” y las FARC hacen parte de ese paquete de victimarios que deben asumir sus culpas, como ya lo han hecho en el pasado reconociendo masacres como la de Bojayá, (murieron más de 70 civiles, luego de un ataque guerrillero a una iglesia en el departamento del Chocó en el occidente Colombiano), aceptación que calificó como positiva Ordóñez.  “Ese es el camino. Si realmente quieren la paz, las Farc no pueden seguir jugando al negacionismo”.

Más allá del contenido de las dos cartas, de sus indirectas ideológicas, que tienen en sus extremos la postura de lo que debe y no debe llevar el proceso de paz, ambas partes consideran que debe haber un amplio y claro diálogo que permita robustecer las conversaciones en Cuba.

«Iván Márquez», jefe negociador de las FARC. (EFE)

Desde algunos sectores políticos de Colombia ya se comienzan a escuchar murmullos  sobre la viabilidad de un viaje del Procurador Alejandro Ordóñez a la isla de los Castro, para conocer nuevos detalles de las negociaciones. Se asegura que el Procurador por representar los derechos de los colombianos tendría la facultad de dialogar con la guerrilla y obtener un mejor panorama de lo que se está negociando a puerta cerrada.

En este escenario el interrogante que queda planteado y que seguramente se resolverá en el corto tiempo, es si continuará el cruce de cartas entre la guerrilla de las FARC y el Procurador o por el contrario se abre el camino para que el Procurador viaje a Cuba a conocer intimidades del proceso entre el Gobierno y la guerrilla.