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Bogotá, 13 oct (EFE).- La Asociación de Cultivadores de Caña de Azúcar de Colombia (Asocaña) pidió hoy al presidente del país, Juan Manuel Santos, que le garantice un «juicio justo» en el caso del presunto monopolio que cometieron junto a 14 empresas, por el que deben abonar en total una multa de 111,5 millones de dólares.
Asocaña solicitó a Santos en una carta abierta que «sirva de garante del debido proceso» que pretenden abrir para defenderse y demostrar que, aseguraron, «siempre» han actuado con rectitud.
El gremio considera que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) ha cometido «oprobiosas irregularidades» al imponer la millonaria multa contra Asocaña, 14 empresas del sector, e igual número de directivos por, según sostiene, impedir la importación del producto desde Bolivia, Guatemala, El Salvador y Costa Rica.
La semana pasada la Superintendencia concluyó, tras una investigación de cinco años, que los sancionados realizaron acuerdos anticompetitivos para obstruir, «de manera concertada, coordinada y continuada», las importaciones de azúcar.
«No somos un cartel», respondió hoy Asocaña, que se preguntó quién responde por su «reputación empresarial».
El gremio resumió en 12 puntos sus críticas hacia el proceso de la SIC, desde la multa «exorbitante» a la «negación al derecho de defensa» que denuncian y sus quejas por lo que consideran una acusación pública injusta.
«Nadie, mucho menos la autoridad, puede estigmatizar nuestra actividad. Hay que desescalar el lenguaje ocioso en contra de quienes generamos riqueza colectiva, empleo y desarrollo regional», concluyeron.
La millonaria multa de la SIC ha despertado una fuerte controversia en Colombia desde que fue divulgada el pasado miércoles.
Entre las reacciones destaca la de la Asociación de Empresarios de Colombia (Andi), que señaló que la sanción puede afectar la viabilidad del sector por su elevado monto.
Mientras, en una alusión tácita a la decisión de la SIC, Santos dijo este viernes que los empresarios deben operar en el país dentro de unas reglas preestablecidas, al tiempo que defendió la libre competencia, que definió como «necesaria».