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Discurso de Gabriel Boric
Bogotá, 16 jul (EFE).- La tendencia del dólar en Colombia, donde esta semana alcanzó su valor más alto en once años, divide a los analistas del mercado financiero, algunos de los cuales proyectan que puede sobrepasar la barrera de los 2.900 pesos mientras otros consideran que bajará hasta los 2.300 antes de terminar el año.
Si bien este jueves el billete verde abrió a 2.713,79 pesos para la venta, el director de Investigaciones Económicas de la Corporación Financiera Colombiana (Corficolombiana), Andrés Pardo, pronosticó hoy que «la tasa de cambio se ubicará entre 2.450 y 2.500 pesos».
El experto, que participó en el foro «¿Para dónde va el dólar?», añadió que «incluso podría rozar niveles de 2.800 ó 2.850 pesos», pero vislumbró la probabilidad de que «se vuelvan a observar niveles mínimos de 2.250 ó 2.300 pesos por dólar antes de finalizar 2015 o en los primeros meses de 2016».
En lo que sí coincidieron varios analistas invitados fue en que la tasa de cambio seguirá influenciada, entre otros aspectos, por la política monetaria de los principales países desarrollados.
En ese sentido, dos hechos aumentan la volatilidad cambiaria. Se trata de la eventual subida de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos y el enorme estímulo monetario que están otorgando los bancos centrales en Europa y Japón.
Específicamente en el peso colombiano, la política monetaria de EE.UU. tiene mayor impacto lo cual, a juicio de Corficolombiana, «justifica una tasa de cambio promedio más devaluada en 2015 con respecto a 2014».
Sin embargo, el presidente de BTG Pactual Colombia, Armando Montenegro, consideró que «sino hay un choque externo importante, que nos toque directamente, el dólar llegaría a los 2.700 ó 2.900 pesos antes de final de año, y en 2016 rondaría los 3.000 o 3.200 pesos».
Para el especialista, la variable que más incidirá en ese resultado es el valor de petróleo porque «cuando el crudo sube trae inversión directa o indirecta y crea un ambiente de holgura en el país».
Por su parte, la codirectora del Banco de la República (emisor), Ana Fernanda Maiguashca, consideró que la tasa de cambio sentirá la presión de los «choques» de los precios del petróleo, la incertidumbre económica en Europa, las decisiones de la FED y el déficit comercial.
«Las variaciones en los términos de intercambio serán persistentes. Presumiblemente, esos niveles nos acompañarán por un tiempo largo», puntualizó Maiguashca, sin comprometerse con un valor al alza o a la baja en el precio de la moneda extranjera.