domingo, 12 de julio de 2015
«Marcapaso», el toro semental de una tonelada estrella de feria colombiana

Carlos Meneses Sánchez
Bogotá, 12 jul (EFE).- Su nombre es «Marcapaso», tiene poco más de tres años de edad, pesa 1.045 kilos y se ha convertido en uno de los grandes atractivos de la feria Agroexpo que se celebra estos días en Bogotá con decenas de curiosos que se arremolinan alrededor de este toro semental con aires de estrella de cine.
Pertenece a la raza Angus pura, una de las especies más cotizadas del mercado ganadero y líder en producción de carne a nivel mundial gracias a sus 21 cortes de extrema calidad, que se pueden apreciar en la piel de «Marcapaso» pintados en azul y bordeados en blanco con sus correspondientes números.
«El Angus se caracteriza por el marmoleo, que es la distribución de la grasa entre las fibras musculares y eso hace que la carne sea muy tierna y gustosa», explica a Efe el gerente de la Asociación Colombiana Angus y Brangus (Asobrangus), Juan Pablo Ortiz, quien lleva 15 años en el país comercializando esta carne, cuya raza es originaria de Escocia.
«Marcapaso» es bicampeón nacional en su categoría, es decir, es el mejor toro angus semental que hay en Colombia, títulos que le han llevado a vivir a cuerpo de rey durante estos últimos años.
«Pasear y montar es lo único que hace. Hay que sacarlos (a caminar) un mínimo de dos veces al día; se baña, se soba, se cepilla…», comenta su ganadero, Alonso Caicedo, quien lleva once años dedicado a la profesión en Rionegro, en el departamento de Antioquia (noroeste).
Además de comer pasto a su voluntad, «Marcapaso» tiene pinta de donjuán ya que tiene relaciones sexuales dos veces al día, todos los días de la semana, pues su principal misión es afianzar su propia estirpe hasta que cumpla los 12 o 14 años de edad.
A pesar de sus dimensiones hercúleas y de una fuerza que llega a desplazar a una persona con un leve cabeceo, este semental es bastante manso y «muy noble», afirma Caicedo, hasta el punto de que echa de menos su tierra en estos días de feria que se prolongarán hasta el próximo 20 de julio.
«Extraña la tranquilidad de la finca y aquí hay mucha bulla, mucha gente rara, lo tocan, lo mueven, lo paran por aquí, por allá, eso le estresa pero sigue siendo un toro de mucha docilidad», comenta el ganadero mientras le pega dos palmadas en el lomo.
Ante tales dotes, «Marcapaso» se ha convertido en uno de los atractivos de Agroexpo, donde sale a pasear tres veces al día por el recinto ferial provocando auténticos remolinos de gente que, con el teléfono en mano, le piden a sus cuidadores permiso para poder tirarse una foto con el animal.
Niños, adultos, ancianos, todos siguen el mismo procedimiento: le dejan el celular a sus compañeros de travesía, se acercan con cierta precaución y posan para la foto con una sonrisa de oreja a oreja, mientras el toro mira a su cuidador con cierto cansancio.
No es fácil ser la estrella de la fiesta y más si encima está en régimen de «media pensión», como señala Caicedo con ironía, porque ya pesa demasiado y por tanto se le ha impuesto una dieta durante un periodo de tiempo.
A los corrillos de gente que se acumulan a su alrededor, se le une la fila de personas que va siguiendo al semental en una imagen que recuerda a los pasos de la Semana Santa en la que, en este caso, es un animal el que marca el paso con su particular pavoneo sobre el cemento.
A «Marcapaso» todavía le queda más de una semana de desfile para volver a su casa y a su vida de pastoreo con la única preocupación de seguir igual de musculoso para tener una descendencia que esté a la altura de este coloso bicampeón de Colombia.