Medellín. Por Albert TRAVER/Efe/SAH

Arepas, jugos, bandejas paisas o guarapos, las calles de la ciudad colombiana de Medellín rebosan de estos productos en restaurantes y establecimientos populares, sesenta de los cuales se han agrupado en una ruta de turismo gastronómico. Esta ruta, formada hace un año, forma parte de un programa de la alcaldía denominado «Medellín sí sabe», que tiene como objetivos rescatar la comida tradicional, capacitar a los propietarios de los establecimientos y finalmente crear este recorrido turístico. Uno de esos sesenta establecimientos es un puesto callejero de jugos que atrae a los transeúntes bajo la promesa de un litro de estas deliciosas bebidas por unos 90 centavos de dólar y al que incluso llegó el mejor cocinero del mundo, Ferran Adrià, cuando visitó Medellín.

Ricardo León es el propietario del negocio y recuerda a la perfección ese día: «Fue una delicia y se tomó un jugo de níspero», dijo este hombre nacido en Turbaco, en el caribeño departamento de Bolívar, que llegó a Medellín, capital de Antioquía, hace una década con el objetivo de prosperar. Situado en una esquina de La Candelaria, una de las 16 comunas de la ciudad, cuando abrió hace diez años solo vendía jugos de guanábana, y hoy emplea a toda su familia en el negocio, cuyos zumos más populares son los de uva, fresa, mango, lulo y tomate de árbol, aparte de las empanadas, pasteles de pollo o arepas de huevo que también ofrece.

Fachada del restaurante «La Mesa del Barrio»

Los diez mejores establecimientos de la ruta, entre los que se encuentra el de Ricardo León, fueron seleccionados para participar en Maridaje 2013, la mayor feria gastronómica de Medellín que se celebró el pasado octubre recibiendo a más de 30.000 visitantes. A medio camino del popular Parque Arví, enfilado en una de las lomas de Medellín, a la que es difícil llegar si no es en metrocable, está otro de los restaurantes de la ruta, llamado La Mesa del Barrio, de propiedad de la Junta de Acción Vecinal Santo Domingo I. «Este restaurante lo que hace es una conexión entre la ciudad y el barrio», dijo Manuel Mahecha, presidente de la Junta y quien explicó que uno de los objetivos que tenían cuando fundaron el establecimiento en 2009 era «desestigmatizar ese asunto que había sobre los barrios populares que estaban habitados por delincuentes».

Los visitantes que se acercan a La Mesa del Barrio, que asegura son muchos, pueden disfrutar de unas increíbles vistas de Medellín, degustar comida tradicional de la región y, por supuesto, su plato estrella: la bandeja paisa, hecho a base de arroz, fríjol, chorizo, morcilla, carne molida, chicharrón y plátano, entre otras cosas.
Además pueden deleitarse con postres tradicionales, «los típicos que hacían las abuelas», advierte, como el dulce de guayaba, el dulce de victoria, arroz con leche, el dulce de auyama o el dulce de cidra, hechos por madres cabeza de familia y jóvenes del barrio, que son los empleados del mesón. Con esta ruta, el visitante tiene la oportunidad de comer en los mejores puestos callejeros y fondas familiares de Medellín, unos restaurantes típicos y joyas de la gastronomía colombiana.