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Discurso de Gabriel Boric
Bogotá, 23 sep (EFE).- El partido de izquierdas Unión Patriótica (UP), que sufrió la persecución y el exterminio de miles de sus integrantes en los años ochenta, celebró hoy el acuerdo sobre justicia transicional anunciado en La Habana entre el Gobierno colombiano y las FARC.
«Sin Justicia será imposible una paz y una reconciliación verdadera; justicia significa derechos para las víctimas del conflicto, sin exclusión alguna», expresó el Comité Ejecutivo Nacional de la UP en un comunicado.
Luego del acuerdo rubricado por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el jefe de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias «Timochenko», la UP llamó al Estado «a garantizar la no repetición de los delitos cometidos contra la colectividad».
Además, reitera su llamado a que avancen «lo más pronto posible, los acuerdos con la guerrilla del ELN».
El Gobierno colombiano y el ELN mantienen desde enero de 2014 «diálogos exploratorios» con el objetivo de abrir una mesa de negociaciones de paz similar a la que mantiene con las FARC.
Por su lado, la excandidata a la Presidencia por la UP, Aída Avella, señaló que «el partido sabe que ha llegado la hora de parar la guerra, de dejar de asesinarnos, pero también de resolver conflictos y diferencias sin violencia».
La Unión Patriótica nació como salida política al fallido proceso de paz impulsado por el expresidente Belisario Betancur (1982-1986) y las FARC y sufrió el asesinato de miles de sus militantes a manos de paramilitares y fuerzas del Estado.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y «Timochenko», el líder de las FARC, acordaron hoy un plazo de seis meses como máximo para firmar la paz y anunciaron un sistema de justicia especial para todos los implicados en el conflicto, con beneficios para quienes admitan su responsabilidad.
La Habana, sede permanente de un proceso de paz que comenzó hace tres años, fue escenario de un histórico apretón de manos entre Santos y «Timochenko», que rubricó el crucial paso hacia la paz dado en un acto al más alto nivel, con el presidente Raúl Castro como anfitrión y apoyados por las delegaciones negociadoras y los países garantes (Cuba y Noruega) y acompañantes (Venezuela y Chile).
El 23 de marzo de 2016 será la fecha tope para concluir las negociaciones y firmar un acuerdo de paz definitivo, tras el cual las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tendrán un plazo de 60 días para la dejación de armas.
Además de poner plazos al fin del conflicto, el Gobierno y la guerrilla lograron superar el escollo más importante del proceso con su acuerdo para crear una «jurisdicción especial de paz» que juzgará delitos de lesa humanidad y graves crímenes de guerra.