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Por Pablo BIFFI, para SudAmericaHoy (SAH)
Al menos 220.000 personas asesinadas, 1.982 masacres, unos 25.000 desaparecidos y más de 4 millones de desplazados dejan 50 años de conflicto armado interno en Colombia, reveló un informe presentado en Bogotá. El documento, de 431 página y titulado «¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad», fue elaborado por el Centro Nacional de Memoria Histórica y entregado al presidente, Juan Manuel Santos, en un acto al que asistieron, entre otras, 38 víctimas de la violencia interna.
A parte de los muertos, las cifras de otros tipos de víctimas son reveladoras de una tragedia de grandes proporciones. De acuerdo con el informe, en el periodo analizado se reportaron 25.007 desaparecidos, 1.754 víctimas de violencia sexual por parte de actores armados, 6.421 niños y adolescentes reclutados a la fuerza por guerrillas y paramilitares, 4.744.046 desplazados, 27.923 secuestrados y 10.189 personas lisiadas por minas antipersonal.
El director del Centro Nacional de Memoria Histórica de Colombia, Gonzalo Sánchez, aspira a que el Gobierno y las FARC asuman sus responsabilidades en el conflicto armado del país a partir de la divulgación del informe presentado por esa institución. En declaraciones a periodistas tras la presentación del documento, Sánchez aseguró que todavía no está confirmado el envío del documento a la mesa de conversaciones que el Gobierno y las FARC tienen en La Habana. «Eso todavía tenemos que verlo porque el Gobierno nacional ha creado unos mecanismos para que se produzcan esos vínculos y esos puentes con La Habana», dijo Sánchez, al apuntar que el presidente tendrá que informar sobre este punto más adelante. No obstante, el director del centro de investigación advirtió de que el informe, que documenta el conflicto entre 1958 y 2012 en 430 páginas, «ya es público».
«Obviamente los negociadores de La Habana lo podrán tener encima de la mesa para empezar a discutirlo. Es también un material ante el cual los que están allá tienen que confrontarse, pero todos», recomendó el director de este centro.
Sánchez alertó de la cantidad de manifestaciones de violencia que se han «cruzado» en Colombia «en un tiempo relativamente corto», mientras que en otros conflictos han predominado uno o dos delitos aislados.
«Cualquier cifra que se tome de este informe es tremenda si se compara con el contexto internacional», dijo Gonzalo Sánchez.Según el estudio, el 81,5% de las 220.000 personas fallecidas a consecuencia del conflicto eran civiles y sólo el 18,5% fueron combatientes.
Lo paradójico de la cifra es que es apenas un estimativo,según explicó Martha Bello, coordinadora general del informe, ya que el número real de muertos puede ser superior y jamás se conocerá en razón a que los actores armados del conflicto buscaron «invisibilizar» a sus víctimas. «Uno de los objetivos principales de los actores armados es el de invisibilizar. Que no se vea, que no se noten los muertos. Por eso jamás sabremos cuántos muertos ha dejado la guerra», precisó la investigadora.
El investigador recomendó al Estado y a la sociedad favorecer la construcción de estructuras que «dejen de administrar la violencia para armar la institucionalidad que nos prepare para la paz».
El Centro Nacional de Memoria Histórica continúa trabajando en informes concretos sobre fenómenos como el desplazamiento, la desaparición forzada y otros «que se cruzan con los de la paz hoy», como la participación política.
Precisamente el tema de la participación política es el que debaten el Gobierno del presidente, Juan Manuel Santos, y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana en las conversaciones que se reanudarán el próximo domingo tras un receso programado.
«Vamos a seguir metidos en temas muy centrales de la historia del conflicto pero también muy centrales en las negociaciones y los puntos de debate», concluyó Sánchez.