viernes, 7 de julio de 2017
Vargas Llosa y García Márquez

Madrid. Por I. PERALES

Siempre es y será un personaje, un escritor, un artista que juega con sus límites como actor . Mario Vargas Llosa es todo eso y mucho más. Hombre comprometido y valiente para defender sus ideas, desgrana la obra y disecciona la figura de Gabriel García Márquez. Esta faceta de Don Mario es, hoy, la más atractiva y genuina. La revolución cubana como trampolín de inmunidad de Gabo, su visión pragmática de la vida, sus silencios oportunos, la purga en Prensa Latina y aquel talento infinito del colombiano, los recuerda con rigor el autor de La fiesta del Chivo. Fueron íntimos amigos pero algo pasó y se retiraron el saludo. Antes, el inventor de «Cien años de soledad» recibió un puñetazo certero de Vario Vargas Llosa. Su ex mujer, Patricia Llosa, conoce bien esa historia que ambos mantuvieron en secreto.

El agudo sentido de la conveniencia de Gabo  para arrimarse a la revolución cubana.

Después del caso Padilla y las razones de García Márquez para identificarse con Cuba

Intervención completa en la Complutense