Antequera (España), 22 ago (EFE).- El rejoneador Diego Ventura llevó la apoteosis a Antequera (Málaga, sur) con un triunfo rotundo de cuatro orejas y un rabo en el festejo inaugural de su Feria Real, en el que salió a hombros junto a Leonardo Hernández.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Herederos de Ángel Sánchez y Sánchez, que sustituyeron a los inicialmente anunciados de Fermín Bohórquez, terciados pero nobles, bravos y con movilidad. Al segundo, de nombre «Sevillano», se le dio la vuelta al ruedo.
Fermín Bohórquez: vuelta al ruedo y oreja.
Diego Ventura, dos orejas, y dos orejas y rabo.
Leonardo Hernández, oreja y oreja.
La plaza rozó el lleno en los tendidos.
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REJONEO DE ESCUELA

Exhibición de Toreo a Caballo en la Plaza de Antequera, con estilos diferentes, pero con lecciones de doma y de toreo en los tres caballeros, que brindaron una gran tarde de toros a la afición que casi llenaba la plaza.
Fermín Bohórquez, que había sido objeto de un homenaje este mediodía en el Círculo Recreativo y Cultural con motivo de su despedida de los ruedos, dio una vuelta al ruedo en su primero, al que colocó dos rejones, banderilleó con soltura a dos manos, brillando con las cortas.
En su segundo mejoró su actuación con un rejoneo clásico y sobrio, volviendo a brillar colocando pares a dos manos. El epílogo tuvo mayor emotividad, con las farpas cortar y una rosa, lo que le valió para cortar una oreja.
A lo largo de sus dos faenas, el jinete jerezano montó a «Rubia», «Brasil», «Bohemio», «Lío», «Irak» y «Melero».
Diego Ventura volvió a ser el triunfador de la corrida de rejones. Sabe cómo atraerse al público y derrochó arte, con espectaculares piruetas, cabriolas y otras suertes de su cosecha. En su primero, al que recibió con la garrocha, estuvo sensacional de principio a fin, dando una lección magistral de doma, que le valió para cortar las dos orejas.
En su segundo, un rejón, cuatro banderillas largas, entre las que inserta vistosos «bailes» y «remolinos», «teléfonos», dos banderillas cortas y dos «rosas». Acertadísimo rejón de muerte, que le valen dos orejas y rabo, que pasea en triunfal vuelta al ruedo.
El hispanoluso lució a «Suspiro», «Chalana», «Nazarí», «Embrujo», «Maño» y «Remate».
Leonardo Hernández también rayó a buen nivel en sus dos faenas, montando a «Champagne», «Caracas», «Venenoso», «Olé», «Amatista», «Verdi» y «Xarope», con los que brilló en quiebros, batidas y galopes, además de en banderillas. Cortó una oreja de cada toro de su lote.